Diario de Mallorca

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«La justicia emana del pueblo y se administra en nombre del Rey por jueces y magistrados…» (Constitución Española. Titulo VI. Del poder Judicial. Artículo 117.) Así reza la Constitución. El pasado día 23 se celebró en Barcelona el acto «solemne» de entrega de despachos a los jueces que habiendo terminado su formación en la Escuela Judicial van a ejercer como tal y proceder a dictar sentencias en nombre del Rey. En este momento importante para la Justicia y para los nuevos jueces, que seguramente es el momento más significativo en la vida de un juez, se impidió al Rey que estuviese presente. Por primera vez en los últimos cuarenta y cinco años ha ocurrido esto, lo cual supone una trascendente desconsideración al Rey y un desaire a los nuevos magistrados. Evidentemente quien cometió esta postergación fue el Gobierno y hasta la fecha no se ha dado explicación y justificación de tal decisión. La Vicepresidenta ha contestado, al ser preguntada, que la medida «ha estado muy bien tomada por quien correspondía tomarla» y el ministro de Justicia ha respondido que el Ejecutivo tuvo «razones y circunstancias que justifican la decisión», se podría decir que han dado «una cumplida respuesta» (¿). La pregunta que se hace el ciudadano es, ¿por qué no explican las razones de tal decisión, si esta tan justificadas? Inexplicable e inexplicada decisión. Ante este esclarecimiento culposo lo único que queda claro es que se ha vetado al Rey e, imposibilitar al Jefe del Estado en este acto no es un asunto menor, es degradar a la institución y al propio Estado. Lo único que se evidencia, una vez más, es que Sánchez, presidente del Gobierno, ningunea al Rey en la primera ocasión que se le presenta.

El malestar en la judicatura no se ha ocultado, varios magistrados han expresado su descontento. Gallardo, magistrado del Supremo ha dicho «por si faltaba algo, el Rey ha sido excluido de la entrega de despachos»; la presidenta del Foro Judicial Independiente, «considero esencial su presencia en dicho acto solemne, la política de menudeo no debe afectar al respeto a las instituciones ni a nuestro Estado de Derecho»; Natalia Velilla dice, «tradicionalmente el Rey como Jefe del Estado ha investido ceremonialmente a los jueces de su poder para administrarlo en su nombre. No es una postura ideológica. Es lo que dice la Constitución Española. La ignorancia floreada causa hilaridad». Carlos Lesmes presidente del Tribunal Supremo en su discurso durante la celebración se despachó a gusto, «enorme pesar», por los que estaba ocurriendo, «la administración de justicia se hace en nombre de quien simboliza la unidad y permanencia del Estado. La presencia del Rey en la entrega de despachos a los nuevos jueces es expresión de apoyo permanente de la Corona al Poder Judicial en su defensa de la Constitución y de la ley en beneficio de todos los españoles a los que servimos», «la presencia del Rey en el acto de entrega de despachos a los nuevos jueces va más allá de lo protocolario». El vocal José Antonio Ballestero se levantó para gritar ‘Viva el Rey’ voz que fue respondida por todos los asistentes, otros han subido el retrato del Rey en la red con mensajes de apoyo a la monarquía.

Este nuevo menosprecio es significativo, el Gobierno se está acercando demasiado a las posiciones de Podemos que como dice Felipe González a la “republiqueta” de Pablo Iglesias que se ha fijado como objetivo prioritario la destrucción de la monarquía parlamentaria. En este sentido recomiendo la lectura de un artículo de opinión publicado por Antonio Papell en Diario de Mallorca el día 28 de setiembre en el que concluye diciendo «merecen todo el respeto la afirmación republicana y la vehemente defensa de un cambio hipotético en esta dirección. Pero sería completamente absurdo generar grave inestabilidad en un país que no hace cuestión de este asunto, … por el que tendríamos que pagar una alto precio en términos de confrontación y malestar».

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