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Juan Tapia

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Joan Tapia

¿Una lección italiana?

Las elecciones regionales italianas han consolidado al Gobierno de centro-izquierda, que puede durar hasta el 2023

La economía italiana es mas potente que la española. Italia tiene grandes empresas y fue fundadora de la UE en 1958, cuando la aislada España de Franco aún balbuceaba el plan de estabilización de los tecnócratas modernizadores. Pero últimamente el déficit público y la deuda -superiores al español- y su legendaria inestabilidad política la habían hecho menos sólida que España. Por eso la prima de riesgo del bono italiano a diez años respecto al alemán -que mide la solvencia en los mercados- es más alta que la española. España genera más confianza.

Todavía, porque esto puede cambiar. Primero, porque el coronavirus, que la afectó más que a ningún país la pasada primavera, está teniendo ahora menos incidencia que en otros países y que en España. No nos castiguemos con datos. El muy francés diario “Le Monde” levantaba acta en un reciente editorial: “El Gobierno de Roma se ha fortalecido con su gestión de la crisis, en particular por su actitud extremadamente prudente ante el desconfinamiento, que hasta el momento ha evitado los rebrotes actuales en España, Francia y el Reino Unido”. Si esto sigue será una lección italiana a París, Londres y Madrid.

¿Causas? Algo debe tener que ver que en Italia esté aún vigente el estado de alarma (laxo) y que la coordinación entre el gobierno de Roma y los regionales ha funcionado. Ahora aquí lo intentamos enmendar con 24 banderas en la Puerta del Sol. Patético.

Pero no es sólo la eficacia -que habrá que comprobar a mas largo plazo- contra la pandemia. España siempre tenía más estabilidad política y por tanto gobiernos más sólidos. Pero ahora ya llevamos cuatro elecciones generales en cinco años y Pedro Sánchez es un pato cojo al no tener mayoría parlamentaria. Por el contrario, en Italia el referéndum y las elecciones regionales del pasado domingo han supuesto un apreciable paso hacia la estabilidad. Ahora el actual gobierno de centro-izquierda de Giuseppe Conte, una coalición del socialdemócrata Partido Democrático (PD) y del populista no derechista Movimiento Cinco Estrellas (M5E) puede durar hasta el 2023. Con mayoría.

Nadie lo hubiera dicho cuando hace poco mas de un año el intento de Matteo Salvini, el líder de la ultraderechista Liga, de forzar unas elecciones generales para doblegar a sus entonces socios del M5E, provocó la ruptura de la coalición del populismo de derechas (La Liga) y del de izquierdas (M5E) y llevó a la formación, bajo el mismo presidente Conte, de una nueva coalición de los 5E y el PD. Pero contra lo previsto esta coalición de dos partidos que habían estado muy enfrentados -el 5E fue fundado en el 2009 por el cómico Beppe Grillo contra la clase política de la que el PD formaba parte- ha funcionado. Ha desatascado las relaciones con Bruselas, muy deterioradas por el populismo de Matteo Salvini, y ha hecho frente a la pandemia de forma satisfactoria. El hasta hace poco desconocido Giuseppe Conte, próximo a los 5E, es aprobado por nada menos que el 60% de los italianos. 

Por eso en las elecciones regionales el PD ha salvado tres regiones importantes. La Toscana, donde Salvini creía que enterraría treinta años de dominio de la izquierda y desestabilizaría así al Gobierno, y las sureñas Apulia y Campania (Nápoles). Un empate ya que la derecha ha ganado en otras tres regiones, pero que blinda la coalición de gobierno porque ha resistido a la embestida de Salvini -que hace un año parecía que se lo comía todo- y porque los presidentes de las tres regiones en las que ha ganado la derecha no son nada afines a Salvini.

La derrota de Salvini es la de su intolerante cruzada contra la inmigración y contra “Bruselas la ladrona”. El líder del populismo de derechas ha vuelto a perder una apuesta fuerte por segunda vez y ahora tendrá que convivir con el popular Luca Zaia, presidente del Veneto con el 70% del voto y exponente de la Liga moderada, y con Giorgia Melloni, la líder del posfascista “Fratelli de Italia”, el partido que ha ganado la única región que ha perdido el PD.

Los 5E han tenido malos resultados en las regionales y su pérdida de empuje será paradójicamente un factor de estabilidad ya que no pueden romper con el PD. Y además han tenido una victoria. En el referéndum para reducir de 690 a 400 el número de diputados, un claro ataque a la vieja política, el 69% de los votantes ha respaldado su propuesta. Es una cura de humildad para la pomposa partitocracia italiana.  

Italia va mejor que España ante la pandemia y parece que tendrá gobierno estable hasta el 2023. ¿Tomarán nota en Madrid y en la Generalitat?

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