Desde la declaración del estado de alarma, a mitades de marzo, la actividad cultural quedó enormemente limitada. Apenas se han celebrado conciertos, se ha restringido la visita a museos, ha sido difícil acudir a una exposición o simplemente ir al cine o al teatro. Tal parálisis ha repercutido de manera dramática sobre nuestros creadores y artistas que han visto de manera repentina prácticamente anulados sus ingresos, empeorando de por sí situaciones que, en muchos casos, son ya de precariedad laboral y en buena medida ha empobrecido al conjunto de la sociedad que se ha visto privada del disfrute de la acción de artistas y creadores.

Paulatinamente vamos comprobando la cauta desescalada del confinamiento y la activación de los diferentes sectores culturales, observando todos los requisitos y recomendaciones de las autoridades sanitarias, con soluciones imaginativas e innovadoras que garantizan la vivencia de experiencias culturales seguras.

Y la Nit d l’Art, el principal evento artístico en el ámbito de las galerías de arte en la ciudad de Palma, celebrado desde el año 1997 a iniciativa de los galeristas de Palma, durante el mes de septiembre debería convertirse en el inicio de esta “nueva normalidad” cultural de la capital mallorquina.

Aunque adopte un formato diferente al habitual, aunque cambien su horario, aunque incorpore restricciones y modifique las dinámicas acostumbradas… necesitamos recuperar el pulso de nuestra sociedad y ello requiere inexcusablemente de cultura.

Hay que señalar que son múltiples los beneficios que genera un evento de estas características, tanto para los artistas emergentes como para aquellos ya consolidados, además de a los comisarios, galeristas o museos. Facilitando esta iniciativa, el proceso de comunicación y trasmisión del discurso creativo y expositivo en un contexto más lúdico, acercándose a un amplio rango de la sociedad y ayudando al observador a sentir el arte. Se trata en definitiva de un acontecimiento cultural cuya magnitud y singularidad lo ha convertido en un referente internacional. 

Además, para esta ciudad de Palma que respira creatividad por todos sus rincones en estas fechas, esta fiesta de la cultura también significa activación económica (dinamización del sector hotelero y de restauración, contratación de artistas /performances, organización de foros, edición de catálogos…) y un fuerte impulso promocional de la capital, con la cobertura del evento por parte de medios de comunicación nacionales e internacionales, poniendo en valor la capacidad creativa y la presencia de nuestros artistas en circuitos internacionales.

Se trata, en fin, de apoyar un acontecimiento de primera magnitud forjado por el empeño del mundo artístico cristalizado en la acción de los galeristas de la ciudad que fueron y son la locomotora de esta consolidada iniciativa, y por cierto con escasos apoyos de la administración.

 Hay que decir que la gestión del actual gobierno flaquea en este campo, como en tantos otros, y la política cultural, relegada a una especie de subconsellería, no da una respuesta acorde a las necesidades de nuestros creadores.

En este tiempo extraordinario es imprescindible evitar aún más el deterioro del frágil tejido productivo cultural; se echa en falta, por parte del gobierno, un verdadero impulso con iniciativas y movilizando los recursos necesarios en el ámbito de la industria cultural para aumentar la resiliencia del sector y su sostenibilidad, aprovechando la universalidad y el poder de la creatividad.  

Desde el Grupo Parlamentario del Partido Popular se han venido proponiendo diversas iniciativas a modo de Proposiciones no de ley, incluido un plan de choque por la cultura, para intentar llamar la atención sobre la falta de interés del gobierno en esta materia. Manteniendo de forma activa, en sede parlamentaria, una denuncia constante ante la inacción del gobierno balear.

La ciudadanía está necesitada de experiencias colectivas alrededor del mundo artístico y cabe desear que en este año tan difícil, la llamada “Nit de l’Art”, aún con otro formato, con otro horario y con todas las medidas que sean precisas para contener la pandemia, se alce como un faro que nos guíe hacia un año mejor.

*Diputada del PP en el Parlament