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Mercè  Marrero

La suerte de besar

Mercè Marrero Fuster

Aporta o aparta

'Aporta o aparta' es el estado de WhatsApp de mi amiga Joana. Lo descubrí una de esas noches insomnes en las que pierdo el tiempo buceando en los contenidos del móvil. Gran lema, sí señor.

Hace años, cenábamos y bebíamos en la cocina de la caseta de una amiga cuando escuchamos el estruendo que venía del cuarto de baño. Los azulejos de unas paredes antiguas se habían despegado e iban cayendo, uno a uno, sobre el suelo. Instintivamente, tratamos de contenerlos sujetando aquí y allá con manos y piernas. No teníamos un plan, pero necesitábamos tiempo para pensar qué hacer antes de que la pared entera se desplomara. Se hizo el silencio, una tregua y, de repente, la fila se hizo añicos. Una de las amigas había decidido que contestar el teléfono era prioritario.

Agua y barro. Casas destrozadas, caminos desaparecidos bajo los árboles, coches desperdigados, familias de luto y un pueblo deshecho. Las imágenes de Sant Llorenç se vieron por todo y la de los voluntarios que, sin pensarlo, se arremangaron para dar el callo haciendo lo que fuera necesario, también. Aportar. De esto se trata.

Un estado de WhatsApp dice más que mil palabras. En mis noches insomnes, que haberlas haylas para mi desgracia, pierdo el tiempo contando ovejitas y revisando, entre otras cosas sin sentido, la manera en que mis contactos telefónicos se presentan ante el mundo. Hay mucho talento creativo infrautilizado. Uno de los mejores estados es el de mi amiga Joana: "Aporta o aparta". Un lema que no puede ser más adecuado en los tiempos que corren. Este país no está para perder energías con dimes y diretes. La superficialidad y el egocentrismo pueden esperar a épocas más prolíficas y es imprescindible que todos, sea en la parcela que sea, sumemos, aportemos y seamos empáticos con los demás. Antes de juzgar con tanta alegría y desparpajo las decisiones de otros, pensemos si seríamos capaces de hacerlo mejor. Espíritu crítico, por supuesto, pero con actitud constructiva. No sé si Educación lo hace tan mal como algunos propugnan. Lo que sí puedo imaginar es que la situación es desbordante. Lo que ayer era un escenario, hoy es otro y, con tanta incertidumbre, no es fácil tomar decisiones. A los que critican a los progenitores con prisas por llevar a sus hijos a los centros educativos, entiendan que, para muchos, la escuela es la única herramienta socializadora que existe y que no todos pueden asumir el coste de un cuidador o de prescindir de un sueldo. Aportar significa no saturar los servicios sanitarios innecesariamente y cumplir la norma. Si hay que llevar mascarilla siempre, se lleva. Si no hay que hacer botellón, no se hace. Si hay que cumplir con unos aforos, se cumple y si no hay que fumar en la calle, no se fuma. Sin triquiñuelas ni pillerías. Sumar implica que todos arrimen el hombro: empresarios, políticos de todos los colores, entidades sociales o ciudadanía rasa. Dar un paso adelante y preguntarse qué se puede hacer por el otro. Implica civismo. Tratar de mantener los espacios públicos limpios, ordenados y bellos. Los entornos bonitos suavizan las penas. Aportar significa comprender la preocupación y las razones ajenas y no compartir bulos o difundir miedos. Guárdense las opiniones pseudocientíficas y apocalípticas porque ya tenemos suficiente con la realidad. Todos estamos preocupados y todos podemos contribuir en algo. Más grande o más pequeño. Si vas a sumar y a ser generoso, bien. Si vas a dar problemas innecesarios, mal. Aporta o aparta. Gracias, Joana.

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