Se ha venido a definir a la Infraestructura Verde como una red, diseñada estratégicamente, de zonas naturales y seminaturales de alta calidad, y debemos añadir los ecosistemas marinos, gestionados de un modo adecuado para facilitar que los asentamientos rurales y/o urbanos protejan su biodiversidad y den suficientes recursos o procesos de los ecosistemas naturales (bienes y servicios) que beneficien tanto a los seres humanos como al medio natural. Algo que con la crisis de la Covid-19 y el retorno a la búsqueda de medios menos contaminados y masificados parece que debemos tener en cuenta.

Con este desarrollo territorial se pretende un avance equilibrado y sostenible de todo el territorio asegurando la igual implantación de los tres objetivos fundamentales de la política europea:

Cohesión económica y social.Conservación y gestión de los recursos naturales y del patrimonio cultural.Competitividad más equilibrada del territorio europeo.

Con este enfoque de desarrollo territorial integrado debemos hacer hincapié en una política de cooperación como es GIZC (programa de demostración de gestión integrada de las zonas costeras).

La GIZC propone constituir un marco de gestión global de las zonas costeras en su totalidad, abarcando la política medioambiental, la ordenación espacial, la política industrial y otras políticas e instrumentos que inciden en las regiones costeras. La GIZC tiene por objeto mejorar el bienestar económico y social de las zonas costeras y contribuir a desarrollar plenamente su potencial. Por su parte, la Ordenación de los Espacios Marítimos se ha centrado en la asignación del espacio y en el logro de un equilibrio entre los usos espaciales de las zonas marinas, si bien comparten similitudes en lo que concierne a la participación de los interesados en el uso de estos espacios.

Si se quiere atraer a un turismo hoy temeroso por la expansión de una pandemia se debe realizar una ordenación de los Espacios enfocada hacia el diseño de las Infraestructuras Verdes que tengan en cuanta la búsqueda de unos objetivos claros en cuanto al desarrollo ecológicamente sostenible de la actividad turística, planificando su conjunto para conseguir un incremento de la calidad de los servicios turísticos para dar respuesta a una demanda cada vez más exigente en cuanto a la seguridad y salud. Con la planificación de los Espacios Marítimos y su inclusión en la red de Infraestructura Verde se lograría el desarrollo de nuevos espacios atractivos para segmentos poblacionales que demandan algo más permitiendo así incorporar a los mercados nuevos productos siempre en busca de un turismo medioambiental sano y respetuoso con los recursos naturales existentes.

La ordenación o planificación del espacio marítimo opera en cuatro dimensiones al abordar actividades, lo que permite utilizar el mismo espacio para fines diferentes y en momentos diferentes :

En el lecho marino.En la columna de agua.En la superficie.En el tiempo.

De este modo se intenta evitar la superposición de usos que puedan interferirse de un modo negativo provocando incomodidades para el usuario y por tanto provocando un rechazo hacia ese espacio o uso que puede trascender de nuestras delimitaciones territoriales o marítimas.

Son ideas que vienen definidas ya por la legislación europea y que falta implantar y publicitar en nuestro entorno más próximo. Ideas que resultarían muy atractivas para que el turismo internacional, que hoy más que nunca busca unos entornos medioambientales seguros y sanos, pusiera su mirada en nuestra costa por algo más que lo que tradicionalmente se ha publicitado.