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Antonio Tarabini

Entrebancs

Antonio Tarabini

Volver a la normalidad o crear una nueva

Los ciudadanos están sin garantías de poder desarrollar su actividad profesional, acceder a un contrato estable o sacar adelante su negocio

Ya hemos sufrido la cuarentena encerrados en nuestras casas, con cierta percepción de que, aunque fuera dura, la hemos soportado dignamente. Ha habido dolorosas víctimas del virus, pero según un estudio británico el confinamiento en España ha salvado 450.000 vidas. Mientras seguimos buscando responsables del 8M, ya estamos en pleno desescalonamiento y a punto de finalizar las Etapas de Alarma para entrar en una relativa normalidad que posibilite la recuperación de las relaciones humanas y sociales, así como un positivo y no fácil regreso a la actividad económica. Sin pasar por alto que el virus sigue vivo y coleando, lo que nos obliga a seguir tomando medidas preventivas hasta que tengamos acceso a una vacuna eficaz.

Antes de intentar clarificar que significa la alternativa "volver a la normalidad o crear una nueva", es necesario objetivar que ha representado (y sigue representando) la presencia activa del virus en forma de pandemia en la casi totalidad del bloque terráqueo. Lo primero que hemos experimentado en propia piel es la vulnerabilidad del ser humano. Estamos pagando un exceso de prepotencia por parte de la especie humana. El Homo Sapiens, dominador de la natura y conquistador de espacios ultraterrestres, de momento ha sido derrotado por un virus desconocido y descontrolado.

Hace muchos años que vivimos en una aceleración considerable que sufrió el primer bache con la crisis financiera del 2008. Puso de manifiesto que habíamos perdido la noción de los límites. La desigualdad es la norma. Se constata la imposibilidad de ascenso económico y social, y dejan de existir las clases medías. Y precisamente ahora cuando nos creíamos capaces de solucionarlo todo con las tecnologías, un simple virus nos ha recordado que somos naturaleza provocando un stop en casi todo el planeta. Y en nuestra Comunidad el virus, la pandemia, ha herido de muerte nuestros modos de convivencia y nuestra actividad socioeconómica basada en un casi monocultivo turístico insostenible económica y socialmente. Según los expertos será muy difícil" y tardaremos en retomar las cosas "tal y como las dejamos, ¿Cómo afrontaremos el regreso a una cierta normalidad? La percepción deducida de diversas investigaciones de la Fundación Gadeso es que la ciudadanía no ha tenido "tiempo" para asumir las consecuencias de la pandemia vírica. Desorientación, miedos, desconfianza, sálvese el que pueda€ Muchas y muchos de todas las edades y circunstancias se encuentran (nos encontramos) a mitad de junio sin garantías de poder desarrollar su actividad profesional; ni poder acceder a un contrato estable; ni tirar adelante con su negocio y/o mi empresa. Especialmente los denominados millenials (25-40 años) con niveles altos de formación no pueden acceder a un empleo adecuado, y en consecuencia sin perspectivas de futuro personales, profesionales, ni familiares. Los niños y adolescentes, después de haber sufrido el confinamiento, no tienen perspectivas claras de cómo y cuando se integrarán en la actividad escolar en igualdad de oportunidades, donde además de asumir conocimientos puedan acceder a los valores de socialización y de las amistades.

Sin olvidar que el cambio climático sigue siendo asignatura pendiente, el virus ya ha puesto en evidencia los límites de nuestra civilización. ¿Es posible ver una oportunidad en tales malos momentos? Ahora puede ser el momento de pasar del miedo y de la desmoralización, a la cultura (léase modo de vivir y pensar) de la responsabilidad y de cierta osadía; y comenzar a reflexionar sobre un mundo más equilibrado y solidario.

Estos días comienza el programa piloto para posibilitar que unos 10.000 turistas/visitantes alemanes puedan ser los primeros clientes vacacionales. El objetivo es claro, "Balears es un destino seguro",podrán gozar de unas vacaciones perfectamente planificadas por el TT.OO y las empresas turísticas. Pero también tiene sus riesgos, la posibilidad de un "contagio vírico" de un visitante y/o de un ciudadano autóctono (¡atención personal hoteles y oros servicios!) podría tener consecuencias no deseables.

Si esta experiencia resultara positiva, especialmente para Mallorca, podría significar una cierta reactivación del mercado alemán, sin olvidar otros mercados. En cualquier caso, una buena ocupación sería cubrir entorno a un 40% extensiva hasta octubre incluido. Y después seguirá una dura temporada baja.

Dicho lo cual somos muchos, incluidos empresarios, que consideramos que sería grave que nos limitáramos a intentar "recuperar la anterior normalidad", y abandonáramos en el baúl de los recuerdos la necesidad de modificar y diversificar el actual modelo turístico vigente, sin olvidar otras iniciativas empresariales y profesionales no dependientes de la actividad , con un alto valor añadido, cuya actividad no sea estacional. No es fácil. Pero es posible y necesario.

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