Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Este no soy yo

El Gran Hermano de la novela de George Orwell ordenaba bombardear sus propias ciudades a fin de mantener la tensión de sus súbditos y, de paso, el odio hacia el enemigo. El enemigo en 1984 era como el virus, que es un ser "invisible", en palabras del enajenado presidente de los Estados Unidos.

El virus nos sitúa en ese campo de espejos que aparece en ocasiones en nuestras pesadillas, y en el que nuestra imagen se reproduce de forma exponencial. Si me miro al espejo del baño recién levantado y ya me parece un horror, imagínese la sensación que me causa verme cien mil millones de veces y al mismo tiempo. Debemos acostumbrarnos a la invisibilidad del enemigo. Alguien hackea nuestra cuenta corriente, alguien difunde bulos desde algún lugar del planeta, que nos desasosiegan; alguien nos mete el miedo en el cuerpo para beneficio propio. Desconocer quién nos hace daño es tan corrosivo como el daño mismo. Hoy sabemos que hay virus buenos, aliados biológicos en nuestra lucha ancestral por la supervivencia, lo cual nos lleva a filosofar sobre la relatividad de la vida. Así que mañana me miraré al espejo y diré: esta ruina no soy yo.

Compartir el artículo

stats