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Javier Cuervo

Artículos de broma

Javier Cuervo

COVID-19, vanidad 100

Una línea recta une el mundo de la desigualdad brutal y a los famosos

Dice Madonna que el coronavirus es el gran igualador, que no distingue en el contagio las diferencias que hay entre las personas. En eso coincide la reina del pop con el arzobispo de Asturias. Jesús Sanz Montes lo predicó con faldones hasta los pies en una gruta con cascada y ella lo escribió en su Instagram, desnuda, en su piscina con pétalos de rosa y eso hizo saltar las alarmas. ¡En Instagram se ve el abismo social en el confinamiento entre la gente común y los multimillonarios del espectáculo y del deporte!, se pasma la prensa de moda y famoseo. Esto se sabe, pero hasta que no lo ves en Instagram como que no te das cuenta.

Una línea recta une el mundo de la desigualdad brutal y a los famosos. Los economistas liberales justificaron el sistema de las diferencias abismales usando estrellas del espectáculo y futbolistas como material didáctico y razonando: está justificado lo que ganan por la gran cantidad de riqueza que generan y de felicidad que producen. Implícitamente que "nos" generan y que "os" producen. En estos años se ha estimulado el fenómeno fan con estrategias bien planificadas y la parte más popular de las nuevas tecnologías ha ido por el individualismo de las redes sociales (no hay paradoja) y la explotación del ego en la imitación y la aspiración, lo que se llama, estúpidamente, "inspiración".

Instagram es la aplicación y red social más vanidosa, el marquito de plata de la mesa del salón de la abuela con las fotos de bodas, bautizos y reuniones familiares para el mundo entero, el ¡Hola! de Doña Nadie nos enseña su casa y de las exóticas vacaciones de Zutanita, con la instantánea preparada, filtrada y seleccionada para compartir. En Instagram los famosos muestran que tienen lo que se merecen. Y sus seguidores, también.

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