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Ramón Aguiló

Escrito sin red

Ramón Aguiló

Clima de confusión generalizada

Los desbarajustes no se limitan a los estacionales, de hecho se han extendido a muchos ámbitos de la vida; entre otros, al de la política, donde son manifiestos por el uso perverso del lenguaje

Que el cambio climático es un hecho sólo lo cuestionan fenómenos como Trump o el primo catedrático de Rajoy, entre otros eminentes expertos, mientras gozamos de temperaturas de 25 grados en pleno febrero, desaparecen los glaciares, se derriten los polos y aumenta el nivel del mar. Ya pueden empezar a inquietarse los inversores en la costa, sin ir más lejos, en El Molinar, a poco que se cumplan las previsiones de incremento de un metro en el nivel del mar a final del siglo, acompañadas de las nuevas ciclogénesis explosivas que provocan olas de veinticuatro metros; y que los temporales vengan del sur. Pero las confusiones no se limitan a las estacionales, de hecho se han extendido a muchos ámbitos de la vida. Entre otros, al de la política, donde son manifiestas. Apuntaré algunas, que van ligadas, por supuesto, al uso del lenguaje por los actores, que hacen uso de la máxima de Talleyrand de que el lenguaje sirve para ocultar el pensamiento.

En relación al escándalo de las menores tuteladas prostituidas, llama la atención el rechazo de la izquierda a las comisiones de investigación y a las dimisiones, ay, tan demandadas por ella cuando gobiernan los adversarios. Sorprende que apuesten por una comisión de expertos cuando es conocido que son precisamente los funcionarios del IMAS que están a cargo de las menores, psicólogos, educadores sociales, defensor del menor y demás personal de la conselleria de Fina Santiago los mayores expertos en estos temas. Es dudoso que expertos de la ONU puedan aportar elementos de juicio novedosos. Suena a maniobra de distracción. Sobre todo si se confirma que la comisión de investigación fue abortada por una llamada de Francina del amor infinito a los pobres desde India, donde pasó un fin de semana emulando a Teresa de Calcuta.

Sorprende que se haya publicitado por el gobierno la derogación del despido por faltas justificadas de la reforma laboral del gobierno de Rajoy. Lo negaba J.R. Rallo y lo he comprobado. En realidad, a través del real decreto legislativo 4/2020 de 18 de febrero, se ha derogado el artículo 52.d del real decreto 2/2015 de 23 de octubre por el que se aprobó, por el gobierno de Rajoy, el texto refundido del Estatuto de los Trabajadores que, en su articulado contenía el 52.d de extinción del contrato por causas objetivas, que reproducía, al pie de la letra, el mismo artículo del texto refundido aprobado por el real decreto ley 1/1995 de 24 de marzo por el gobierno de F. González con la firma en el BOE del ministro Griñán. O sea, como diría un castizo, nos la meten doblada.

Nos han vendido casi como apoteosis del triunfo del feminismo el acceso de Irene Montero al ministerio de Igualdad acompañando a su pareja, Pablo Iglesias, vicepresidente del gobierno de Sánchez. Hubo otros casos de consanguinidad política, otros lo llaman nepotismo: Carmen Romero y Ana Botella, cónyuges de González y Aznar respectivamente, diputada una por Cádiz, alcaldesa la otra de Madrid. Se hace difícil imaginar su llegada a los cargos por aclamación sin su condición de familiares de dos machos alfa como los mencionados, aun sin contar con la menor de las gestiones por su parte. El peloteo se da por supuesto. Respecto al caso de la extrema izquierda de Galapagar, es obligado referirse a una cuestión trascendental en democracia: no solamente hay que ser, también hay que parecer; y la ejemplaridad supone, a veces, sacrificio personal. Resulta todo lo contrario cuando el nepotismo se disfraza con el ropaje del feminismo: corrupción retorcida, apoyada en una causa noble.

Los trabajadores del campo se entrevistan con Iglesias y la ministra de Podemos de Trabajo. Se excluye de la entrevista a las patronales del sector. Uno se pregunta dónde se esconde el ministro de Agricultura, por qué no es este último el que representa a la administración; por qué Iglesias parafrasea a Torra, lanzando el mensaje a los manifestantes "seguid apretando, tenéis toda la razón". Una reflexión. Dejando aparte la repercusión del aumento del salario mínimo decretado por el gobierno, en una democracia liberal, los precios del mercado no los fija la administración, sino la competencia. Y para una competencia en la que el campo tenga poder de negociación hay que descartar las ilusiones de los proyectos individuales de venta de toda la producción a un solo cliente bajo sus condiciones, se precisa la unión del campo para la negociación de los precios con las grandes superficies del consumo.

Desconcierta la indigencia argumental del PP explicitada en el debate sobre la eutanasia. No es de centro-derecha una formación porque así se proclame. Es preciso que sus propuestas lo sean. El PP carece de músculo ideológico más allá de un delirante seguidismo de Vox. Cuando el PSOE acepta una fantasmagórica mesa de diálogo no se sabe muy bien sobre qué, dice que con la ley no basta para solucionar el "conflicto político" y espeta al PP que diga cuál es su propuesta para Cataluña, el PP queda en estado catatónico, incapaz de argumentar que hasta hace tres meses Sánchez decía que había un problema de "convivencia" y que el supuesto conflicto no es con Cataluña sino con unos independentistas a quienes no respalda la mayoría del voto popular, a los que la justicia ha condenado por sedición. La propuesta de Sánchez no es para Cataluña, es para seguir gobernando cuatro años aliado con quienes quieren la destrucción del Estado, abandonando a quienes le son fieles, la mayoría de la población.

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