Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Pilar Garcés

El desliz

Pilar Garcés

Un problema complejo

Qué fácil es perder de vista a las víctimas. En el tema de la explotación de menores tuteladas, unos miran a otro lado mientras los demás descargan la responsabilidad en el prójimo

Me pregunto si las niñas tuteladas por la administración en Mallorca se prostituyeron ayer. Lo diré de otro modo, para que no se ofendan quienes dan más importancia a cómo se dice que a lo que se dice, cuando en realidad lo que les molesta es escuchar verdades odiosas. Me pregunto si las niñas tuteladas por la administración en Mallorca fueron explotadas sexualmente ayer. Porque quince días después de que este diario desvelase que decenas de niñas que viven en centros de atención a menores se escapan y son captadas para tener sexo con adultos a cambio de regalos, nadie nos ha dicho que esto ya no está pasando. Ni tampoco que no va a pasar. Al contrario, la semana pasada seguía ocurriendo.

Las crías abusadas a cambio de dinero, de drogas, han ocupado el pensamiento y las palabras del Defensor de Pueblo, del vicepresidente del Gobierno de España, del Obispo, del pianista de fama internacional James Rhodes, del ministro del Interior. Y mientras tanto, nuestras autoridades locales esperan a que pase el temporal. No ha rodado ninguna cabeza. Ningún pederasta ha sido puesto a disposición de la justicia. No se ha tapiado la puerta de algún piso al que llevan a las crías para que abusen de ellas los clientes. No se le ha dado caza a ningún proxeneta, a ninguna madame. Ni un jefe de servicio, ni una directora general, ni un Defensor del Menor, ni un asesor ha sido relevado de su cargo. Excusas y balones fuera de Fina Santiago, la única que ha dado la cara. Es un problema muy complejo. Alarma social. Solo falta añadir un ‘qué pereza’.

No ha podido resultar más decepcionante la respuesta de la presidenta de Mallorca Catalina Cladera, responsable directa del bienestar de las chicas tuteladas, de la presidenta balear Francina Armengol, de las portavozas de la izquierda en el Parlament. ¿No están asqueadas? El silencio del IBDona ha sido tristemente elocuente. Nada tampoco desde la Universitat de les Illes Balears, que se dedica a teorizar apuntalando un sistema ineficaz y autocomplaciente. ¿Están muy ocupadas preparando el próximo 8M? ¿Somos abolicionistas contra la esclavitud femenina de las mafias del este, pero no cuando el dinero público sostiene el negocio aquí al lado? Qué triste papel el del feminismo cuando gobernamos nosotras; contra la derecha resulta más fácil. Los protocolos y documentos sobre la explotación sexual de las mujeres, y ya no hablemos de las niñas, quedan muy bien para dar la charla en el Parlament, pero fatal cuando viene el jefe de los servicios sociales y te dice que hay dieciséis crías en tu ciudad en una red de prostitución. Y que no se puede hacer nada, porque ocurre hasta en las mejores familias.

La resignación no es admisible. Me pregunto si quienes por obra u omisión han permitido que la dignidad de tantas niñas no valga nada son los mismos que deciden que a una familia se le ha de retirar la custodia de un hijo porque lo ha desamparado. Me pregunto si la fiscalía de menores piensa dar alguna explicación sobre su falta de esmero en la protección de los niños vulnerables. Me gustaría saber cuántos agentes se han sumado ya a la investigación de estos delitos. Estamos como estábamos hace un mes, cuando la violación en manada a una niña tutelada de 13 años nos abrió los ojos a este horror. O peor. Ahora sabemos que nadie piensa dar un paso al frente para atajarlo.

Compartir el artículo

stats