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Carmen Pérez Novo

Prohibiciones en el sueño de los niños

Hace días he estado hablando de los trastornos del sueño, de los trucos que utilizan los pequeños para defenderse, para enfrentarse con el periodo que precede al sueño y, también, de las medidas que deben llevar a cabo los padres y las madres para acostumbrar al bebé a dormirse: mantener fresca la temperatura de la habitación, a unos 18 grados centígrados, y asegurarse de que está bien alimentado y de que no tenga prendas demasiado apretadas. Colocar una luz nocturna en su habitación si tiene miedo a la oscuridad. Si no quiere dormirse o llora durante el sueño, hablarle suavemente, evitando mostrarse tensos. Es necesario procurar vencer su nerviosismo con la propia tranquilidad. Si suele despertarse a menudo durante la noche se pueden acercar a él sin tomarle en brazos; eso sí, le pueden acariciar para hacerle sentir que no está solo. Y algo muy importante: procuren no aumentar el número de intervenciones nocturnas, de manera que poco a poco se acostumbre a dormirse solo.

Pero si es importante que sepamos lo que tenemos que hacer, los expertos también hacen especial hincapié en las cosas que se deben evitar ¿Les interesa conocerlas? Pues sigan leyendo. No empeñarse en que duerma a una hora determinada. No abrigarlo excesivamente. No darle demasiado alimento por la noche; un estómago excesivamente lleno acelera el sueño, pero causa algunas molestias durante el mismo. No dejar que se excite antes de acostarlo, ya que se pondrá nervioso. No prolongar los mimos nocturnos hasta el infinito; a los padres corresponde guiarle con dulzura, pero también con firmeza, hacia un descanso sereno. No dejen que su cama se convierta en un consuelo definitivo para él cuando se despierte por la noche; a partir de la primera vez en que lo hagan, se convertirá en un derecho. No le den ningún medicamento sedante. Resulta difícil soportar a un niño que no duerme por las noches, pero ello no justifica el empleo de estos fármacos, que pueden perjudicarle. Y, papás y mamás, paciencia, mucha paciencia, si no se duerme en seguida. Es muy importante crear una atmósfera familiar afectuosa y tranquila, aunque a veces resulte difícil. Nadie pone en duda que ser padre o madre es un quehacer duro. Pero también muy, muy gratificante y una de las intensas delicias que nos consiente el destino. Por eso, disfruten a tope de esta fantástica etapa en sus vidas. Y que así sea.

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