Pero ¿qué narices pintan diputados de Vox en un colegio o un instituto? Salvo que quieran mejorar sus modales, que no estaría de más, su presencia en un centro de enseñanza resulta inquietante.
Expertos en montar números y falsear la realidad hasta extremos grotescos, han decidido tomarse la educación por su mano, y recorrer 52 centros de Balears para comprobar si hay "adoctrinamiento ideológico y político" o si "falta libertad lingüística". El desmedido histrionismo de esta ultraderecha ultramontana (perdón por la redundancia) lleva ahora a sus diputados a inventarse que hay "miles de quejas en los últimos años" de familias que denuncian ese supuesto adoctrinamiento en escuelas e institutos de Balears.
La conselleria de Educación aplica las normativas y les permite visitar los centros, pero fuera del horario lectivo. Es decir, no podrán coincidir con los alumnos, lo que como madre, me tranquiliza algo, aunque poco, porque la posibilidad de que diputados de Vox puedan pasearse por colegios e institutos en plan inquisitorial, decidiendo lo que está bien y lo que está mal, me parece indignante, pues representan los valores contrarios a los que deben imperar en la educación: tolerancia, diálogo, empatía, pacifismo, igualdad, respeto.
En los centros de Balears no existe el conflicto lingüístico que estos exaltados se han inventado y que atizan para buscar rédito político. Que se ocupen de sus hijos y dejen a los hijos de los demás aprender en paz.
