David Marqués es un guionista y director ibicenco, autor de la historia de Campeones, que se ha estrenado en 18 países (el siguiente será Japón), ha ganado el Goya a la mejor película y ha sido todo un fenómeno social por su forma rompedora de abordar la discapacidad y de destrozar estereotipos; ha contribuido a la aceptación de la diferencia, y a cambiar nuestra visión sobre las "capacidades diferentes" más que todas las campañas institucionales juntas. No puede haber mejor tarjeta de presentación para un cineasta.
Sin embargo, Marqués no ha conseguido ayuda del Institut d'Indústries Culturals de les Illes Balears (ICIB) para su próxima película porque "no contribuye a la cultura balear". Es decir, no se rodará en catalán y no sale "el patrimonio o la cultura balear". Marqués se ha quedado pasmado, y no es para menos, porque ¿qué se considera "cultura balear"?
Cuando el director ibicenco iba recogiendo éxitos, uno tras otro, de Campeones, recuerda que para los políticos de las islas era "el más balear del mundo". Pero a la hora de apoyar su nueva película, cuyo rodaje está previsto en Mallorca y Eivissa, resulta que ya no encaja en la consideración de "cultura balear". Los criterios pueblerinos a la hora de repartir las subvenciones llevan a despropósitos tan sonrojantes como este.
