La noche de las elecciones caía una fina lluvia sobre Palma, el resultado se podía interpretar como el preludio de lo que está sucediendo en una España desbaratada. Preludio, ¿? me decidí por Chopin, Preludio, op.28. nº 15, una de sus obras más largas, conocidas y admiradas de Chopin, fue escrita en Valldemossa durante el duro invierno de 1.938-1939 en un ambiente, para él, frío y asfixiante, ambiente que consiguió transformar en sublimes equivalencias musicales, se trata de una obra magistral, una de las composiciones más celebradas de la historia de la música para piano. El ambiente surgido con el resultado electoral de 10-N es el preludio de una situación complicada, que tensionará cualquier conclusión del resultado. Los dos partidos que han perdido un considerable contingente de votos se han alzado, impropiamente, con una aparente victoria y ya han firmado, precipitadamente, un pacto de gobierno a modo de preludio, que deberá ser seguido por un interludio y un postludio, como toda obra musical. El acuerdo consta de diez puntos inconcretos, salvo la intención clara de incrementar los impuestos una nación que tiene una presión fiscal de las más altas de los países nuestro entorno.
Forma parte del preludio de esta “sinfonía inacabada”, el desastre de Ciudadanos, su errática política, los sucesivos cambios de posición. La incoherencia personal de Rivera y no haber entrado en coalición en un gobierno como componente moderador han propiciado unas segundas elecciones que nada iban a conseguir. Tampoco Cs en Balears se ha distinguido por su buen hacer, la siniestra gestión llevada a cabo en Mallorca, -defenestración de Pericay y los equivocados fichajes estrella-, ha colaborado activamente al naufragio.
En términos musicales se llama preludio a la introducción a una composición, al prólogo de apertura de una ópera, de una sonata, a un oratorio….el preludio suele ser una improvisación que sirve para encajar algo a modo de ensayo. Al preludio le suele seguir el “interludio”, pasaje orquestal que separa dos partes de la obra. En esto estamos. En este interludio post electoral en el que se negocia un gobierno inestable, sostenido a presión por los nacionalismos periféricos, que dejarían poco margen de maniobra a Sánchez para dirigir la orquesta. Si este ensayo fracasa se deberá de abrir un nuevo periodo de elecciones, escenario inédito. Las últimas elecciones han vuelto a golpear el sistema. En este “interludio”, el PP de Casado debería de plantearse estar dispuesto a entrar en coalición. Un gobierno así contaría con más de 200 escaños, que representarían a doce millones de votantes. La coalición e incluso la abstención no parecen probables dado el nivel de “testosterona política” que satura Moncloa, al PP y a Vox.
El epílogo o postludio es la interpretación final de la obra a modo de cierre de la actuación teatral en la que estamos como espectadores. De momento no se conoce cómo acabará, se puede intuir. Si se tuviese que volver a las urnas, serían los quintos comicios en los últimos cuatro años. Esto supondría un importante distanciamiento de la sociedad con la clase política, ya en claro descrédito. Ante esta percepción se ausentan las inversiones, la prima de riesgo aumenta, el desempleo crece, la bolsa se desestabiliza, el malestar de los ciudadanos ya evidente va a ir “in crescendo”, voz italiana que se utiliza en el lenguaje musical. Un mal epílogo para una sinfonía mal dirigida.
