Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Jose Jaume

Desde el siglo XX

José Jaume

Los obispos aplazan las felicitaciones a Pedro Sánchez

Los prelados han decidido aplazar las felicitaciones al socialista hasta que consiga formar gobierno, al tiempo que elevan preces al Altísimo para que se estrelle en el intento

La salida que han tenido los obispos para negarse a felicitar a Pedro Sánchez por haber ganado las elecciones solo es posible que surja de una institución tan retorcida como es el Episcopado español: felicitan, pero cuando el presidente en funciones sea exclusivamente presidente; o sea: esperarán a que logre la investidura y forme gobierno. Entonces sí, en ese momento, que, sin duda, será dolorosísimo para la inmensa mayoría de sus ilustrísimas, dirigirán una escueta felicitación deseando al jefe del Ejecutivo acierto en su gestión por el bien de España. La Iglesia católica española quedó cincelada desde siglos atrás, en el Concilio de Trento, cuando Europa era un campo de batalla en el que se dilucidaba la primacía del Papado o la del protestantismo, como fortaleza del catolicismo, "martillo de herejes", "luz de Trento" y entronizada, por la dictadura franquista, como "reserva espiritual de Occidente". Una reserva en la que no pocos indígenas pasaron calamidades sin cuento. ¿Por qué aplazan los parabienes los señores obispos? Pues porque la ministra de Educación hizo algunas precisiones sobre los centros concertados que los pusieron en guardia y porque atisban un cambio importante en las relaciones entre el Estado y la Iglesia si Sánchez forma gobierno con Podemos. Pero por encima de todo es lo de la concertada lo que les trae a mal traer: ahí es nada correr el riesgo de perder el control ideológico que mantienen sobre la extensa red de centros educativos que reciben financiación pública y en los que hacen lo que les viene en gana.

Los obispos saben que la actual relación que sostienen con el Estado no es sostenible. No es el Concordato firmado con el régimen del general Franco en los inicios de la década de los 50 del pasado siglo, sino el apaño que de éste remedó el Gobierno del presidente Adolfo Suárez en los primeros tiempos de la Transición, en los que el ministro de Exteriores Marcelino Oreja de hecho ejerció de plenipotenciario del Vaticano antes que de ministro del Gobierno de España.

No debe extrañar que la Conferencia Episcopal, además de alarmarse, haya hecho algunas consideraciones de lo más llamativas; una de ellas es la defensa de la Constitución. Su presidente, el cardenal Blázquez, que pasa por moderado, ha dicho que la Constitución es casi inmutable (lo fueron las leyes fundamentales del franquismo) , carece de fecha de caducidad, transciende a las generaciones; concede que, llegado el caso, de no quedar otra, pueda ser reformada. chocante: nunca los obispos habían exhibido tanto entusiasmo por la actual Carta Magna, más bien la observaban con no poco recelo. Con ella llegó el divorcio, aborto y el derecho de homosexuales y lesbianas a contraer matrimonio en igualdad de condiciones con los que se realizan entre hombres y mujeres. Todo eso avala la Constitución de 1978. ¿Cuál es pues la profunda necesidad que han sentido los obispos de sacralizarla? Respuesta fácil: el miedo, el espanto a perder las enormes concesiones económicas que gobierno tras gobierno se les ha concedido y, sobre todo, a que se revise el estatus de la Iglesia en el sistema educativo español, basado en buena parte en la escuela concertada, la que dominan en un alto porcentaje. Las palabras conciliadoras que ha tenido la ministra de Educación en funciones no han sido suficientes para calmar su desatada inquietud. Por ello, se les ha ocurrido ventear que la reunión del pleno del Episcopado no felicita a Pedro Sánchez, que hay que esperar a que suceda lo que no desean que acontezca. El 23 de febrero de 1981, también reunidos en sesión plenaria, no vieron la necesidad de emitir condena alguna contra el fracasado golpe de Estado de los generales Armada, Milans y Tejero.

Compartir el artículo

stats