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Marca Unión Europea, una historia de éxito

La etiqueta Made in Europe garantiza que el producto se ha realizado respetando las normas sociales y medioambientales avanzadas de la Unión Europea. Pero se necesitan otros medios para defender la competitividad en la economía global: la marca UE, los dibujos o modelos comunitarios registrados y la lucha contra las falsificaciones y la piratería. Estas herramientas son las de la Oficina de la Propiedad Intelectual de la UE, EUIPO, según las siglas en inglés. Nació en octubre de 1994, con sede en Alicante. El Mercado Interior acababa de arrancar, y España no llevaba ni una década como miembro de la Comunidad Europea.

A finales de los ochenta, el presidente de la Comisión, Jacques Delors, lanzó su plan para desarrollar ese marco común. De ahí surgió la idea de crear agencias descentralizadas y especializadas que sirvieran para armonizar la libre circulación de personas, bienes, servicios y capitales, y mejorar la calidad de vida de los ciudadanos. Para suprimir barreras entre los entonces quince países de la UE era necesario homologar reglas. Así nació la oficina para el registro de patentes y marcas a orillas del Mediterráneo.

En estos 25 años, la EUIPO se ha convertido en la agencia más importante de las casi cincuenta que tiene la UE. Entre ellas, la del Medicamento y la Autoridad Bancaria Europea, que se mudarán de Londres a Ámsterdam y París respectivamente, cuando se haga efectivo el Brexit. Barcelona también optaba a la Agencia Europea del Medicamento, pero, en noviembre de 2017, en plena crisis independentista, su candidatura no superó la primera ronda de votaciones. En su reciente despedida ante el Parlamento Europeo, el presidente de la Comisión, Jean Claude Junker, apeló a "luchar por Europa y combatir el estúpido nacionalismo". Desde 2007, Barcelona alberga otra agencia de la UE: Fusion for Energy, encargada de coordinar la contribución europea al ITER, el proyecto global más ambicioso para el desarrollo de la Energía de Fusión Nuclear, ubicado en el sur de Francia, en el que trabajan 35 naciones, entre ellas las de la UE.

En nuestro país hay otras agencias u organismos de la UE: en Vigo, la de Control de la Pesca, cuyo objetivo es uniformizar y mejorar el cumplimiento de la Política Pesquera Común. En Bilbao reside la Agencia para la Seguridad y la Salud en el Trabajo, que facilita información a las empresas europeas independientemente de su tamaño o sector. El Instituto de Prospección Tecnológica radica en Sevilla. Investiga una mejor comprensión de las relaciones entre sociedad, economía y avances tecnológicos. El Centro de Satélites de la UE está en Torrejón de Ardoz. Contribuye a la toma de decisiones en materias de Política Exterior y Seguridad Común, proporcionando, entre otros servicios, imágenes aéreas y espaciales.

La celebración del primer cuarto de siglo de la EUIPO, en la sede de la Comisión y del Parlamento Europeo en Madrid, ha puesto de manifiesto los beneficios que la agencia ha generado para Alicante, España y toda la UE. "Un ejemplo de éxito", según su director ejecutivo, el belga Christian Archambeau. A los buenos resultados como oficina técnica, se ha unido el valor estratégico de salvaguardar el liderazgo competitivo de Europa en los mercados globalizados. En 2012, el portugués Antonio Campinos, logró para la EUIPO el Observatorio Europeo de las Vulneraciones de la Propiedad Intelectual, que dependía de la Comisión. A través de redes de expertos del sector público y privado, y en colaboración con organismos internacionales, investiga el comercio global. Otro de sus objetivos es sensibilizar a la opinión pública de las pérdidas que ocasionan los productos falsificados: sesenta mil millones de euros anuales en la UE, de los cuales, 6.700 se producen en España.

Este verano la EUIPO alcanzó los dos millones de marcas registradas de países de la UE o de fuera. También alberga la Sala de Recursos para dirimir diferencias. Emplea a mil funcionarios comunitarios y a más de quinientos trabajadores locales. Su presupuesto de doscientos millones de euros procede de las tasas que recibe por sus servicios. Esta independencia económica le ha permitido realizar inversiones en su propia sede, un campus innovador y sostenible junto al mar. También invierte constantemente en innovación digital, y en formación a través de su propia Academia.

Nada más nacer la EUIPO, la Universidad de Alicante creó -dirigido por el catedrático de Derecho Internacional Privado, Manuel Desantes- el Master de Propiedad Industrial e Intelectual, referencia mundial en la materia. Numerosos despachos de abogados especializados se han instalado en estos años. Y lo que es más importante, este ecosistema ha contribuido a mejorar la riqueza de la provincia. El impacto total sobre la renta el año pasado fue de 206 millones de euros y sobre el empleo, de 2.193 personas; cifras que representan un crecimiento de un 17% y casi un 20% respectivamente desde 2016.

Pero quedan asignaturas pendientes. Sería deseable que el Registro Comunitario de la Indicación Geográfica Protegida, como sello de prestigio, se trasladara de la Comisión a Alicante. Tras demostrar su liderazgo mundial, la EUIPO desarrollaría sinergias con la proyección de calidad de productos agroalimentarios, industria puntera en España y en gran parte de la UE.

En cuanto a marcas y diseño, tenemos que mejorar en el registro mundial. Nuestro país ocupa el quinto y séptimo lugar, respectivamente. Palabras de la ministra de Economía y Empresas, Nadia Calviño, en la celebración del aniversario de la agencia alicantina. Hay que apostar por "el talento, la innovación, el conocimiento, el capital tecnológico y humano"; "elementos intangibles, clave de nuestra prosperidad futura". Mensaje claro para seguir aprovechando las ventajas competitivas de pertenecer a la primera potencia comercial, la Unión Europea.

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