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Antonio Tarabini

Entrebancs

Antonio Tarabini

Crónicas preelectorales: La ceremonia de la confusión

Estamos a escasas fechas de unas nuevas elecciones generales, de las cuales se supone debe surgir un Presidente de un gobierno que garantice una estabilidad y una gobernabilidad para hacer frente a los necesarias y urgentes reformas tanto en el ámbito político como en el socioeconómico; además de saber y querer afrontar con inteligencia y desde una perspectiva política el denominado "conflicto catalán".

En Quaderns Gadeso 377 " Cap unes noves eleccions(II) Els problemes s'agreugen" se reflejan las principales urgencias de la ciudadanía tanto en el campo político como en el socioeconómico. Desde la publicación del mencionado Quaderns Gadeso, los problemas se han agravado. Desde el Brexit al decrecimiento de la economía global, y en nuestro caso la quiebra de Thomas Cook. Y en el ámbito político, además de múltiples asignaturas pendientes, "revienta" el procés con la sentencia del Tribunal Supremo. Más allá, o más aquí, del contenido de la sentencia resulta evidente que la naturaleza del problema es, siempre ha sido, político. ¿Quiénes y cómo le ponen el cascabel al gato? Unos y otros, independentistas y constitucionalistas, deberán modificar sus todavía vigentes chips. Ni tan siquiera hay consenso ni en el seno de los independentistas, ni entre los denominados constitucionalistas, de cómo hacer frente a la brecha política y de convivencia que afecta a Cataluña.

En tal contexto se están produciendo reacciones ciudadanas relevantes perfectamente asumibles en sus formas; pero en algunos casos con sesgos radicales, violencia incluida, jaleadas por determinados responsables políticos e institucionales. Los denominados constitucionalistas tampoco brillan por su lucidez. Populares y Ciudadanos, con distinta intensidad, exigen la aplicación del 155 y de la Ley de Seguridad Nacional; Pablo Iglesias pide al PSOE avanzar hacia el diálogo y descarta medidas excepcionales para Catalunya. Mientras P. Sánchez, en su calidad de presidente en funciones, afirma no descartar nada, pero trata de mantener la calma y no ser arrastrado. Llegar tarde sería malo, pero precipitarse sería aún peor. ¿Acierta? ¿se equivoca? El tiempo lo dirá. "Supongo que es imposible que no piense en las elecciones, sobre todo, porque las encuestas dicen que el PP se acerca, pero sería un error gravísimo que actuara pensando solo en ellas porque las decisiones que en estos días se tomen -lo que decida hacer o no hacer- podrían tener una repercusión de largo alcance mucho más allá del 10 de noviembre".

Sin duda tal compleja y preocupante situación política y cívica afectará, con mayor o menor intensidad al proceso electoral y posiblemente a sus resultados. Primer dato significativo. A principios de octubre (QG 377) respectivamente un 29% y un 26% declaraba no saber qué tipo de mayoría y/o de gobierno sería el más adecuada para hacer frente a nuestro múltiples retos políticos y socioeconómicos. Tal dato, entonces, nos parecía preocupante. Pero en un sondeo de ratificación realizado hace escasos días (14-16 de octubre) tal índice supera el 35%. Reflejo preocupante de una percepción de malvivir inmersos en una ceremonia de la confusión.

Además, si analizamos las últimas encuestas electorales, se insinúan unas ciertas tendencias de voto relativamente novedosa. Esta semana hay un cambio de posición en el promedio de sondeos. El PSOE rondaría los 125 escaños (27.80%), el PP 96 (21%), Vox 33 (10,5%), UP 28 (12,6) y C 21 (9,9%), y Más País de Errejón 7 (4,6%). Los socialistas se estancan y los populares mejoran, Ciudadanos sigue bajando y Vox sube. Con ese resultado no habría mayorías fáciles. La suma de la derecha estaría lejos de los 176 diputados; un acuerdo entre PSOE y Ciudadanos sería imposible y la suma de izquierdas necesitaría el apoyo de fuerzas independentistas. Un gobierno monocolor presidido por P. Sánchez, siguiendo el modelo portugués, apoyado externamente por Podemos, Más País y PNV, no parece viable hoy. Las fórmulas transversales se insinúan, pero no parecen madurar en propuestas creíbles y posibles. Presidente del partido más votado (y/o con más escaños) en base a un pacto transversal que incluyera tres o cuatro reformas, claves y urgentes, que afectan a nuestra realidad política y/o socioeconómica.

Tales resultados podrían verse modificados según sea la situación política y cívica en Cataluña, así como las actitudes y propuestas de tirios y troyanos. Si queremos superar la ceremonia de confusión que nos embarga, es imprescindible superar el diálogo de besugos con unas reglas de juego claras.

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