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Javier Cuervo

Le pago por endeudarse

Con tiento, los bancos exploran los intereses negativos, una forma de pagarle a la gente para que se endeude. Los enterados lo consideran antiintuitivo. Es intuitivo lo que se comprende al instante y sin necesidad de razonamiento. También es antiinstintivo. Lo instintivo son las pautas de reacción que contribuyen a la conservación de la vida del individuo y de la especie. No parece intuitivo ni instintivo que el banco te pague para que compres una casa, pero tampoco lo es que una pareja invierta la mitad de sus ingresos en comprar una vivienda a 30 años y con ello renuncie a tener hijos en su época de mayor fertilidad. Va contra la conservación de la especie y, a la larga, del banco y sin embargo... La cuestión es desentrañar para quién es positivo el interés.

El tercer banco de Dinamarca ofrece una hipoteca a 10 años con interés negativo del 0,5%. La deuda se reduce levemente mientras se devuelve, pero el banco sigue aumentando la cifra del dinero que la gente le debe, porque necesita que el dinero circule por su interior como nosotros necesitamos que el aire circule por nuestros pulmones.

Ante los intereses negativos el banco contiene el aliento, pero sigue respirando hasta que venga una situación más respirable y pueda tomar aire -y dinero de intereses positivos- a pleno pulmón. La respiración es la más psicológica de nuestras funciones automáticas e instintivas. Por eso suspiramos. La respiración puede ser consciente o inconsciente, pero si no es, morimos asfixiados. Los bancos necesitan el dinero para respirar. Fue antiintuitivo pagar fortunas a los gestores que los llevaron a la quiebra concediendo hipotecas a personas que se sabía que no podían pagarlas, pero lo hicieron, hiperventilando, contra el instinto de conservación.

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