Un medio de prestigio catalán ha cuestionado el anuncio de Isabel Díaz Ayuso, la nueva presidenta de Madrid, de rebajar todavía más la presión fiscal madrileña. "El plan de Díaz Ayuso, escribía el jueves La Vanguardia en su comentario editorial„ prevé bajar medio punto todos los tramos de la tarifa autonómica del impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF), con lo que los contribuyentes llegarán a tributar un 5,5% menos. Junto a ello, además, elevará el mínimo personal y familiar por descendientes y aumentará las actuales deducciones. También quiere dar compensaciones a los nuevos autónomos de la comunidad para que sus cotizaciones se equiparen a una tarifa plana de cincuenta euros. Asimismo, plantea importantes ayudas para la compra de vivienda". Estas reformas reforzarán la condición de "paraíso fiscal" de Madrid, que ya no aplica en la práctica los impuestos de sucesiones, donaciones y patrimonio.
El periódico esgrime que esta bajada es posible por la posición privilegiada de Madrid, que disfruta del efecto capitalidad, lo que la convierte en sede de los grades organismos oficiales y de las centrales de las grandes empresas y sus directivos, que pagan impuestos en la región. Por añadidura, la baja presión fiscal tiene un efecto llamada, que retroalimenta el sistema, con lo que la competencia desleal es manifiesta. Ahora que se prepara una reforma del sistema de financiación de las Comunidades Autónomas, convendría tener en cuenta estas quejas cargadas de sentido común
