Si los hermanos billonarios Simon y David Reuben someten a los cuatro kilómetros de litoral mallorquín que se han comprado a la misma operación de cirugía estética que a sus rostros, estamos apañados. Magaluf parecerá un balneario por comparación. Frente a la catástrofe en ciernes, los políticos mantienen un excelente humor exento de vergüenza. Del mismo ayuntamiento que les trajo un hotel que desvirtuaba la ladera de una montaña con el apoyo de PSOE y PSM, ahora llega el espectáculo cómicotaurino del alcalde que vuelve a proclamar que Capdepera esta protegida contra los magnates quirurgicoinmobiliarios. Jajaja.
En efecto, se trata del ayuntamiento donde un alcalde de presunta izquierda fue condenado a ocho años de inhabilitación por prevaricación urbanística. Se le olvidó atajar unas obras sin licencia a la vista de todo el mundo, vaya por Dios. Su sucesor afirma que Capdepera está protegida, jajaja. ¿Y qué me dice por lo penal de Cala Mesquida, donde florecían chalés como hongos? Mantengan al menos la ironía de Miquel Oliver, el titular de Manacor invadido por los Reuben y que ha recordado que su ciudad ya ha sufrido las "leyes exprofeso" para favorecer a un urbanizador.
Ahora mismo, mientras nos reímos de la protección que esgrime el ayuntamiento de Capdepera, decenas de arquitectos y abogados mallorquines intentan acceder a los monásticos hermanos Reuben, para ofrecerles su agenda de contactos y fules. Lo sé por propia experiencia, me pasó siempre que anuncié una compraventa inmobiliaria. Solo queda adivinar cuál será el primer político socialista que nos soltará imperial que el proyecto para Capdepera, Artà y Manacor "es sostenible, respetuoso y creará empleo en el entorno, por lo que es positivo". ¿Protegida como Deià, mon petit chouchou? Los pueblos que olvidan su historia está condenados a repetirla.
