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Juan José Millas

Tierra de nadie

Juan José Millás

Hay maneras

¿Y si Vox fuera el subconsciente de Ciudadanos? ¿Y si todo lo que Ribera y los suyos han reprimido a lo largo de su vida política estuviera encerrado en Vox? Ello explicaría, de un lado, la cercanía emocional del partido naranja con el de Abascal, y, de otro, las dificultades racionales para acercarse a él. Imaginemos por un momento a Ribera en el diván del psicoanalista, tratando de explicar por qué llaman "tomar un café" al hecho evidente de negociar.

- ¿Por qué llaman ustedes "tomar un café" al hecho evidente de negociar? -le preguntaría el terapeuta o la terapeuta.

Lo más probable es que el dirigente de Ciudadanos sacara la chatarra verbal que utiliza en la vida pública para no decir nada cuando le preguntan por algo. Pero eso, en el diván, no funciona. Uno no paga para despistar, sino para sacar a la luz deseos inconfesables o contradicciones dolorosas que alimentan un malestar latente: el que se percibe estos días en el partido de Inés Arrimadas, la indignada de guardia.

-Necesitamos unas declaraciones indignadas para despistar -dice Girauta, por ejemplo.

-Avisa a Arrimadas, que está que trina.

Ribera, como es el jefe, no solo no hace guardias, sino que a veces pasa dos o tres semanas escondido a fin de que el personal olvide, pongamos por caso, los desmentidos de Macron. Se reprime para no acentuar la percepción pública de que dice una cosa y hace otra. La pregunta es por qué tiene esa necesidad de fotografiarse con Abascal y de negar la fotografía en el instante mismo de prestarse a ella. Pero a esa pregunta no se puede responder desde el análisis político, sino desde la investigación del mundo subconsciente. La política española está dominada por esa oscura instancia de la realidad psíquica. Fíjense en Iglesias. Iglesias lleva retratadas en el rostro todas las frustraciones que han conducido a la bancarrota a Unidas Podemos. Ejemplifica como nadie el dicho según el cual la cara es el espejo del alma. Los contribuyentes nos hacemos cargo de lo difícil que es convivir con uno mismo, pero les pediríamos que resolvieran políticamente lo político y psicológicamente lo psicológico. Hay maneras de hacerlo.

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