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Antonio Tarabini

Entrebancs

Antonio Tarabini

Balears, una realidad social compleja

La manifiesta incapacidad de nuestros políticos, de toda índole y color, ha convertido la investidura de Pedro Sánchez, la única posible, en un perfecto Juego de Tronos. Una vez más la política, sus actores y sus instituciones, se convierten en un juego de patio a la caza del balón. Mientras la vida sigue y los ciudadanos viven (y/o mal conviven) con sus problemas cotidianos. Y, sin dejar de exigir a "nuestros" representantes capacidad y voluntad de evitar un nuevo proceso electoral, sigue inquietando nuestra compleja realidad social, donde no todos son perspectivas exitosas, tal como reflejó F. Guijarro en estas mismas páginas hace escasas fechas "La clase media balear se recupera pero los pobres se hunden".

La clase media en una sociedad avanzada como la nuestra es una realidad compleja que incluye diversos segmentos sociales. A causa de nuestro boom turístico e inmobiliario surgieron múltiples nuevas profesiones/ oficios competitivos y con ingresos relevantes, empresas de tamaño medio rentables tanto en el ámbito de los servicios como en el del turismo y la construcción, y un largo etcétera. Surge una amplia y novedosa clase media, convertida en "ascensor" social y de bienestar. Pero el cuento de hadas se diluye al reventar la crisis a partir del 2008, que se cebó especialmente en las clases medias. Empresas medianas en crisis, pérdida de puestos de trabajo, incapacidad de hacer frente a las hipotecas comprometidas y un largo etcétera. Desde entonces, la clase media deja de actuar como ascensor económico y social. Desde la Fundació Gadeso iniciamos una labor de redefinir los distintos segmentos que constituyen las clases medias, siguiendo los modelos desarrollados por la OCDE.

En la poscrisis, incluida la recuperación del crecimiento y actividad económica, surgen nuevas realidades: "Las clases bajas se encuentran más empobrecidas que antes de la crisis. Pero mientras, aumenta el peso de las personas más enriquecidas. Todo ello refleja una salida de la crisis en la que las desigualdades se han incrementado" (F. Guijarro). El segmento medio-alto (30.000-60.000? anuales) formado por profesionales de relieve, directivos y empresarios competitivos (?), representa en torno al 16% de los contribuyentes cuando en 2007 representaba el 12,8%. Tales personas y colectivos están más cerca social y económicamente de la clase alta que del resto de personas y segmentos ubicados en las clases medias.

La retribución media de las islas se sitúa en 1.771 euros brutos mensuales un 5,5% por debajo del estatal, pero con un coste de vida superior. Cada vez tenemos más trabajadores pobres, con bajos salarios. El segmento medio-medio (12.000- 21.000 euros) el 30% de los contribuyentes, está compuesto por personas activas profesional y laboralmente, pequeñas y medianas empresas, autónomos (?). Algunos/as aguantan el chapapote con esfuerzos, mientras otros/as no tan sólo no pueden hacerse cargo de las cuotas de la hipoteca firmada en tiempo de bonanza, sino que además tienen dificultades para llegar a final de mes. El tercer segmento, el segmento medio-bajo está formado fundamentalmente por los asalariados temporales y/o precarios, en riesgo grave de exclusión, representan 172.339 contribuyentes que suponen el 33,5%. En el segmento bajo ( cul de sac) están los parados de larga duración, los jóvenes sin formación, los inmigrantes sin redes familiares o sociales de apoyo, y un múltiple etcetera.

Para "construir" un presente y futuro sostenido y sostenible, es imprescindible afrontar reformas políticas y socio-económicas. Y ello es imposible sin una realidad política estable y gobernable. En esta tesitura, convendría que los "condenados a entenderse", léase Sánchez e Iglesias y viceversa (aunque no los únicos) se dejen del quítate tú que me pongo yo y pacten de una vez una investidura y, si fuera necesario, un gobierno.

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