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Antonio Tarabini

Entrebancs

Antonio Tarabini

Crónicas postelectorales de un observador

En el juego como en la política, unos ganan y otros pierden. Y no resulta extraño que los perdedores no sepan perder, y los ganadores tampoco sepan ganar. Y ello viene a cuento porque transcurridos dos meses de las elecciones generales seguimos inmersos en el juego del gato y del ratón. Y también, anulada la iniciativa (¿) popular de facilitar la gobernanza del partido más votado, en el gran escenario circense en que se ha convertido Madrid, Ayuntamiento y Comunidad, donde cada partido del tripartito de la derecha (valga la redundancia) opta con fintas y estridencias a liderar el poder. Nuestra Comunidad es otra historia, pero?

Los socialistas sin duda fueron los vencedores el 28 de abril, pero sin mayoría suficiente. Vistos los resultados, sólo Pedro Sánchez tiene posibilidad de formar gobierno Si no lo consigue estamos condenados a repetir elecciones. No le resultará fácil encontrar compañeros de viaje. En una primera votación es imposible la investidura de Sánchez con mayoría absoluta de votos positivos, no son suficientes los votos de PSOE y Podemos (hoy por hoy parece no estar garantizado su voto). Y en una segunda votación está resultando difícil una mayoría simple, más votos positivos (como mínimo PSOE y Podemos) que negativos, incluyendo la abstención de Ciudadanos, posibilidad negada rotundamente por el tándem Rivera/ Arrimadas, a pesar de abandonos relevantes. Queda la posibilidad teórica de obtener votos positivos y/o abstenciones, de partidos nacionalistas y del ámbito regionalista, con el consiguiente escándalo y "gozo" de nuestra tri-derecha olvidando los pecadillos de Aznar pactando con Pujol y con PNV. Y en medio de este juego de trileros Unidas-Podemos sigue enquistado en su máximo objetivo: un gobierno de coalición con presencia de su líder máximo y algunos/as otros de su partido.

Necesitamos un gobierno estable capaz de pactar con tirios y/o troyanos las imprescindibles y urgentes reformas políticas, sociales y económicas. En Balears quedamos "bloqueados" en temas básicos como la Financiación Autonómica y el REIB. Mientras nuestros políticos juegan al Juego de Tronos. Mañana día 2 el candidato Sánchez se reunirá con la presidenta del Parlamento para fijar fecha de Investidura (posiblemente 7/17 julio). Si la investidura de Sánchez, único candidato posible, resultara fallida estaríamos condenados por ley a convocar unas nuevas elecciones generales probablemente el 27 de octubre o 3 de noviembre. Mientras seguiríamos con un gobierno "interino" sin capacidad de tomar decisiones. Y en el entretiempo los ciudadanos y ciudadanas seguiremos inmersos en nuestros problemas, al tiempo que los políticos juegan a la gallina ciega.

En el ámbito autonómico y municipal existe más calma chicha, aunque siga la guerra de guerrillas PP/Cs/Vox especialmente en el Ayuntamiento y Comunidad de Madrid, que podría repercutir en Murcia, Castilla-La Mancha, Aragón, así como en alguna que otra capital de provincia. La conquista de Madrid, Comunidad y Ayuntamiento, tiene un valor simbólico de primer orden. Al escribir estas líneas siguen sumergidos en pactos secretos, excentricidades y amenazas de ruptura. Pero visto el premio al alcance de la mano, considero prácticamente seguro que los tres (PP,Cs, Vox) superarán su comedia bufa con tal que no gobiernen las perversas izquierdas (léase Carmena y Gabilondo).

La responsabilidad, tal como dije al inicio de estas líneas, es de vencedores y vencidos. Los socialistas, desde su áurea de vencedores, deberían jugar (todavía pueden hacerlo) con mayor iniciativa, voluntad y capacidad política. Actitudes no fáciles ante un PP radicalizado y en competencia con Vox y Ciudadanos, obsesionados en liderar el (centro) derecha. Es peculiar (e incomprensible) la estrategia del dueto Rivera/Arrimadas, no sabiendo y/o no queriendo jugar su papel de centro-liberal capaz de llegar a acuerdos de gobernabilidad con la derecha y/o la izquierda. Y con una seria desorientación política de Podemos, incapaz de plantear propuestas políticas coherentes.

En nuestra Comunidad por vez primera el PSOE es el partido más votado, lo que implica liderar y gestionar adecuadamente la iniciativa política. También por vez primera tiene continuidad una amplia mayoría progresista (32 diputados) con su consiguiente gobierno de coalición (PSOE, Més y Podemos), lo que posibilita y obliga a pasar de las palabras a los hechos. Un primer escollo ha surgido: la crisis política de Més per Mallorca. En mi próxima colaboración entraré en materia.

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