Carola Rackete, de 31 años, graduada en Ciencias Náuticas a los 23 años, máster en Conservación del Medioambiente por una universidad británica, es blanca, europea y viaja con pasaporte alemán. Pasaría sin duda los controles raciales del régimen hitleriano, y sin embargo, esta mujer valiente, capitana del Sea Watch 3, con 42 emigrantes africanos a bordo, ha decidido enfrentarse abiertamente a Salvini, el ultraderechista que actualmente controla al gobierno italiano, y ha violentado la prohibición de ingresar en aguas territoriales de este país con el argumento de que los 42 infortunados que lleva a bordo no pueden esperar más. Antes lo probó todo, incluso impetrar el auxilio del Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo, y nadie ha prestado ayuda. Ha sido necesario el arrojo de una mujer valiente para que los desgraciados que huían del hambre en busca al menos de la simple supervivencia hayan encontrado un futuro provisional en Europa.
Habrá que ver hasta qué punto los nuevos neonazis que atribuyen todos nuestros males a los inmigrantes (como los nazis genuinos hicieron con los judíos) se atreven a llevar el contencioso. Si la emprenden contra Carola Rackete, movilizarán la ira de muchas personas que vemos con estupor cómo renacen los peores impulsos que asolaron dos veces Europa el siglo pasado, con un saldo de decenas de millones de muertos. Quizá esto, el alumbramiento de heroínas como Carola, es lo que hacía falta para expulsar y acallar a estos salvajes que están engañando a sus muchedumbres culpando a los demás de sus propias impotencias.
