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Susu Moll

Los de Ciudadanos deberían practicar yoga

Últimamente no soporto ni a Rivera ni a Arrimadas por la desafección que muestran por Cataluña en su globalidad. Se han aferrado a la ofensa, al insulto, a lo negativo, olvidándose de la cantidad de gente que rechaza la crispación y que solamente quiere convivir sin más.

Por ello se les ve tan fuera de su centro, irascibles, impacientes, histéricos en definitiva.

Tal vez les vendría bien practicar un poco de yoga, respirar profundo, ganar en flexibilidad mental y física.

Al igual que los constitucionalistas pidieron en su momento que se entendiera que en Cataluña no hay pensamiento único y que no todos quieren la independencia, también hay que aceptar y comprender que el independentismo forma parte del escenario político y civil, y se tendrá que encontrar la mejor manera de convivir con él.

Qué mal hay en ello si en definitiva somos todos personas, seres humanos de carne y hueso llenos de frustración y sueños. Esto es algo que los naranjas no saben hacer. Y mira que el naranja en la India es el color del renunciante, del que se aleja de lo material para vivir una existencia espiritual. Me temo que la espiritualidad en estos momentos brilla por su ausencia.

Ellos viven a rajatabla la máxima latina utilizada por Julio César, 'divire et impera'. Y a todos los que buscan consensos como el señor Valls o la señora Colau les tildan de traidores.

Han perdido credibilidad porque el ansia de poder les rezuma por las orejas. Y el poder es muy mal consejero y más si va acompañado de la impaciencia.

Por eso practicar yoga les relajaría un poco y les haría ir más despacio y ganar en sabiduría y tal vez cambiarían de estrategia.

Prefieren perder el tiempo enzarzados en una especie de guerra santa contra el enemigo. Que en realidad no es más que su propio temor. Por eso normalizan e insisten machaconamente en un discurso que sólo cobra sentido frente a una minoría de intolerantes. Cuando es más que evidente que a esos pocos nadie los quiere. Nadie!

El pasado fin de semana, en la entrevista de Ana Pastor, Arrimadas repitió más de seis veces que Torra nos llamaba bestias taradas. Un comentario tan absurdo y descontextualizado de un Presidente exaltado y elegido a dedo como es Torra no debería servir de cebo para sembrar más odio. Ya nos llevamos todos las manos a la cabeza en su momento. ¿Hay que seguir insistiendo en ello? Un buen político debe saber pasar de pantalla porque si no al final uno se pregunta quién es el exaltado.

Por eso pienso que a los naranjas les vendría bien abrir un poco su campo de miras. Los ejercicios visuales y el Pranayama (ejercicios respiratorios) van de maravilla para ello.

La mayoría de españoles sólo quiere llevarse bien y convivir con sus vecinos. No estar señalándolos ni juzgándolos constantemente. Que la vida es muy corta y en un abrir y cerrar de ojos todos terminaremos bajo tierra.

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