Con la llegada del turismo de lujo en los últimos años a Eivissa la prostitución no deja de crecer. Sólo hay que darse una vuelta por muchos de los locales de ocio nocturno para comprobar cómo nutridos grupos de mujeres, la mayoría muy jóvenes, ofrecen sus servicios o "acompañan" a visitantes. Nada nuevo bajo el sol si no fuera porque la tecnología se ha aliado con el sexo de pago para encontrar en internet un paraíso en el que medrar sin control. Esta semana hemos conocido en Diario de Ibiza, gracias al reportaje de José Miguel L. Romero, que existe una especie de Tripadvisor de putas en Eivissa donde lo peor no es la oferta sexual de pago, sino la puntuación que los puteros hacen del servicio de las jóvenes. Primero la eligen a través de un catálogo, como si compraran un mueble en Ikea, y después se dedican a contar al resto de los clientes los pros y los contras de quien para ellos es poco más que un trozo de carne con ojos del que, puesto que pagan, pueden disponer como les plazca. Los comentarios inducen al vómito: "Puedes hacer con ella lo que te da la gana", "simpática no mucho, ni limpia, pero nadie es perfecto", "es bajita por lo cual es muy manejable". Lo más triste es que, después de la publicación del reportaje, algunos lectores se quejaban, no del trato humillante a las mujeres, sino de que las confidencias que comparten los puteros en internet se hicieran públicas.
