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Huawei, listo para un aterrizaje forzoso

"Somos un avión con un agujero en el fuselaje", admite el responsable de la tecnológica tras el veto de Estados Unidos

"Somos como un avión con un agujero en el fuselaje; estamos trabajando para tapar el agujero, pero el avión todavía puede volar". Este es el mensaje del comandante de Huawei. Su director ejecutivo, Reng Zhengfei, admite en una entrevista para Bloomberg que la situación es complicada tras la decisión de Donald Trump, hace una semana, de impedir que las empresas norteamericanas trabajen con equipos de fabricación extranjera.

Primero, Google retiró su sistema operativo de los teléfonos de la marca china (no se podrán actualizar los terminales y los móviles nuevos ya no tendrán acceso a Google Play o Gmail). Después, los fabricantes de chips estadounidenses Intel, Qualcomm, Broadcom y Xilinx cortaron suministro. Ahora, empresas como ARM, Panasonic o las organizaciones SD Association y Wi-Fi Alliance también dan la espalda a Huawei. Estas dos últimas, cierran la puerta al mercado de tarjetas SD (almacenamiento de datos) y a la implementación de estándares wifi.

Pinta mal. Huawei encajó bien el primer golpe, el de Google. Reconoció tener armas para arreglar esa avería y lanzar su propio sistema operativo, al margen de Android. Sin embargo, ahora son varios los problemas a reparar y la compañía admite que debe "revisar de nuevo toda la situación" y se siente "decepcionada" porque se está generando un mercado "desfragmentado que servirá para aumentar los costes". Aun así, en lo que se refiere a sus terminales, "el núcleo del avión se mantiene intacto". Zhengfei se niega a que sus teléfonos se conviertan en un pisapapeles. De hecho, ha lanzado un vídeo para los 7,5 millones usuarios de la firma en España con un mensaje claro: "No tendrás ningún problema".

La compañía china, que ya veía venir la tragedia, desarrolla su propio sistema operativo -cuyo nombre comercial sería Ark OS- para lanzarlo cuanto antes. Pero su obsesión es otra: no perder músculo en la implantación de la tecnología 5G, la gran causante de todo este lío por ser la base de la conexión del futuro (dará lugar al "internet de las cosas"). Aunque Huawei dispone de una gran ventaja sobre la competencia -con una fuerte implantación en España y otros países de la Unión Europea de la mano de Vodafone-, el "agujero en el fuselaje" podría ralentizarles. "Si volamos más despacio y otros lo hacen más rápido, por supuesto que pueden alcanzarnos, pero seguiremos arreglando los agujeros y volveremos a volar rápido cuando todos hayan sido reparados", asegura Zhengfei.

Huawei no quiere entrar en la guerra fría tecnológica de Trump. Confía en trabajar con otras empresas fuera de Estados Unidos y no ve conveniente una venganza por parte del Gobierno chino contra Apple, cuya producción depende de muchas empresas asiáticas. "Apple es mi maestro, está avanzando por delante de nosotros. Como estudiante, ¿por qué debería oponerme a mi profesor? Nunca lo haría", remarca Zhengfei. Filosofía zen oriental contra los misiles de Donald Trump.

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