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Matías Vallés

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Matías Vallés

Podemos y Més han de curarse la depresión postpacto

Juan Carlos I ha abdicado más veces que Mateo I-sern, pero la izquierda nos entretiene por encima de la monarquía. Las elecciones autonómicas de 2015 amparaban dos conclusiones inevitables:

1) El descalabro del PP lo lleva a su peor resultado histórico en Mallorca.

2) Més y Podemos tutean al PSOE y pueden discutirle la presidencia del Govern.

Los axiomas solo han variado ligeramente tras los resultados del pasado domingo:

1) El descalabro del PP lo lleva a su peor resultado histórico en Mallorca.

2) Més y Podemos tratan al PSOE de usted, y pueden discutirle todas las presidencias excepto el Govern.

Podemos y Més han de curarse la depresión postpacto a la mayor brevedad posible. Por las siguientes razones:

1) Porque el Parlament tiene a cinco partidos en un pañuelo de tres puntos, por lo que el desfallecimiento garantiza la extinción.

2) Porque no se necesitan politólogos para saber que la izquierda minoritaria no construye autopistas como el PP, no contrata a su jefe de campaña como el PP, y no anuncia antes de las elecciones que se ha entregado a la izquierda mayoritaria.

3) Porque el PSOE en solitario tiene más peligro que el PP con mayoría absoluta.

Los resultados de Més (6) y Podemos (6) son mejores que excelentes, son suficientes. El peso de ecosoberanistas y antisistema no se basa en su número de escaños, sino en que el PSOE necesita diez diputados aunque nadie lo diría al escuchar a sus engallados dirigentes. Los socios pueden exigir presidencias del Parlament o del Consell de Mallorca, vicepresidencias del Govern y senadores. También pueden desistir del Govern por pereza, y caminar hacia la irrelevancia.

Por desgracia, Podemos y Més han malacostumbrado al PSOE con cuatro vicios de mentes estrechas:

1) Autoflagelarse a la mínima oportunidad. Nadie nos quiere.

2) Rendirse serviles ante fanfarronadas del PSOE como el REB hueco.

3) Pagar todas las facturas del pacto. ¿Cuántas dimisiones suman Més y Podemos, por cero de los socialistas?

4) Ceder a Francina Armengol el protagonismo de la legislatura.

Los ejemplos concretos valen más que una tonelada de nacionalistas pasivos. Ahí va la única declaración posible de José Hila, tras liderar la exigua mayoría de izquierdas de un solo concejal en Cort:

—Agradezco a los Santos Pablos Iglesias que me hayan salvado los muebles.

En cambio, estas son las declaraciones reales de un Hila ensoberbecido:

1) "Vuelve a haber un partido hegemónico de izquierdas". (Si nueve concejales de 29 es supremacía, entonces conquisté a Claudia Schiffer y hasta hoy no me había dado cuenta).

2 ) "Ahora también tendremos a Cati en el Consell". Si por Cati se refiere a Cati 252T Cladera, la lista autonómica de Armengol obtuvo en Mallorca ocho mil votos más que su candidata mallorquina, dejando clara la estima hacia la consellera de Hacienda degradada y que ha estado a un conseller de hundir a la izquierda insular. Es la aspirante a presidir la institución menos votada de las últimas décadas, sin descontar las inevitables defecciones de Podemos.

En la imagen que hoy nos ilustra, B. Ramon recoge la estampa insólita de asientos vacíos en Son Malferit, la guarida inexpugnable del Atlético Baleares que hoy merece ascender a Segunda. Y se trata de localidades de autor, con la firma del propietario de todo lo que nos rodea. Timadoras compulsivas de Anne Hathaway se rodó en Mallorca, pero es una curiosa promoción si se tiene en cuenta que la película simula ocurrir en Beaumont-sur-Mer. Claro que, dada su calidad infecta, es mejor desvincularla de nuestro castigado suelo.

Reflexión dominical cerebral: "El trasplante de cabeza sustituirá a la pena de muerte".

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