Por primera vez desde la transición, los socialistas se imponen como primera fuerza política de Balears en las elecciones autonómicas y la izquierda podrá tener una segunda legislatura consecutiva. ¿Inercia del triunfo de Pedro Sánchez en las generales o mérito propio? Seguramente, todo habrá sumado, esa sensación de reválida del 28A y la constatación de que las islas no solo no han sucumbido a cuatro años de gobierno de izquierdas, sino que en algunos aspectos se han colocado en la vanguardia política y han marcado tendencia. Francina Armengol, la primera mujer presidenta de Balears, se ha impuesto con rotundidad sobre sus adversarios populares, aquellos que hace ocho años aglutinaban el 46% de los votos y que parecían inalcanzables. Pero también se ha impuesto sobre sus socios, que han salido maltrechos respecto a anteriores comicios y pueden tener la tentación -o la obligación- de marcar más perfil propio en la nueva singladura.