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Juan Tapia

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Joan Tapia

¿Dónde está la derechita cobarde?

José María Aznar vuelve. Intenta recuperar el voto del Partido Popular que siente una atracción fatal hacia Vox. Apela al voto útil contra Sánchez

Josep Oliu es un banquero que habla directo. Hace unos años, cuando parecía que Podemos iba a comerse al PSOE y luego aterrizar en la Moncloa, exclamó: "Hace falta un Podemos de derechas". Algunos le acusan de haber lanzado así a Cs. Este miércoles, preguntado sobre lo que pediría al nuevo gobierno, contestó descarnadamente: "Espero que pueda formarse un gobierno estable o, al menos, que no haya que repetir las elecciones". Luego, en su discurso en la junta general del Banco Sabadell, reclamó "unos marcos jurídicos y políticos estables que permitan a la banca desarrollar su actividad con seguridad y eficacia ante la creciente impresión de inseguridad jurídica que vive el sector".

Si creemos que Oliu es representativo, el máximo deseo del Ibex-35 es un marco político y jurídico estable. El mínimo, que no haya que repetir elecciones. Y da la impresión de saber que el deseo máximo es pedir la luna y que el mínimo está en el aire. ¿Tiene razón? Bueno, las encuestas dicen que el PSOE será el primer partido con unos 130 escaños. ¿Cómo llega a los 175 de la mayoría absoluta? Demos por hecho que logra -no sin dejarse pelos en la gatera- el respaldo de Podemos y del PNV (30 y 5 escaños, respectivamente) y estamos en 165. Faltan 10.

¿Se puede repetir la "coalición Frankenstein" (Rubalcaba tuvo éxito al bautizarla) de la moción de censura con los independentistas catalanes? No parece fácil porque Quim Torra, cada día mas alocado (por ser cariñoso), acaba de decir que para investir a Sánchez tiene que comprometerse a negociar la autodeterminación. ¿Puede ERC, a quien las encuestas dan un mínimo de 12 diputados, atreverse a no impedir la investidura contrariando a Torra y Puigdemont? Muchos creen -con el precedente de la reciente votación de presupuestos- que querrían pero que no se atreverán. Otros dicen que lo de los presupuestos ha curado a ERC del miedo a Puigdemont y que las elecciones darán tal ventaja al partido de Junqueras que le decidirá a cortar amarras y votar por cuenta propia.

Conclusión, por la izquierda, Oliu no tiene asegurada la no repetición de las elecciones. En el mundo económico, algunos (o bastantes) dirán que mejor. ¡Que gobierne la derecha! Hay una pequeña dificultad. Aunque parece que la derecha tendrá más votos que la izquierda, con la división de sus votos en tres tercios desiguales, cosa que no había pasado nunca, más la circunscripción electoral provincial, que antes benefició al PP y ahora ayuda al PSOE, la derecha se queda en unos 157 diputados, por debajo de la izquierda, según el último tracking de El Confidencial (77 del PP, 53 de Cs y 27 de Vox). Y esos 157 diputados no pueden encontrar ningún complemento. Aparte de que gobernar con Vox le podría aparejar a Rivera la excomunión de sus socios liberales europeos y de Macron. E incluso un conflicto con Manuel Valls, su candidato a la alcaldía de Barcelona.

La culpa es de Vox, que cogió fuerza en Andalucía -quizás por la irritación con el independentismo catalán- y que después Casado y Rivera entronizaron como necesaria para salvar a España en la manifestación de la madrileña plaza de Colón. Si Vox no se presentara (o fuera irrelevante), no robaría votos y diputados al PP (ni a Cs) y es posible que la derecha sumara los 175 escaños como dijeron algunas encuestas hace un mes, que hicieron que Casado creyera que el PP (con menos votos) podía reconquistar la Moncloa.

Ahí nace la actual guerra civil de la derecha en plena campaña electoral. Cs ha prometido no gobernar con el PSOE y ofrece un gobierno de coalición al PP para garantizar que es de derechas y poder así liderar ese bloque. Quizás se equivoque, pero es la única opción de Rivera para, a corto que el chico es impaciente, ser presidente de gobierno. Que Vox robe al PP no le preocuparía mucho, el problema es que también muerde en su electorado.

Casado tiene dos frentes. A Cs lo ningunea ofreciendo a Rivera el papel secundario de ministro de Exteriores, que ocupe el puesto de Josep Borrell. Cs ya está desde el 2015 y el PP de Rajoy lo pudo encajar. El problema es que ahora no son dos a repartir sino tres, y Vox le restará votos en muchas provincias pequeñas, donde Abascal no logrará diputado pero puede hacer perder uno al PP.

Casado empieza a palpar que Sánchez es el enemigo declarado a atacar, pero que su enemigo real es Santiago Abascal, el ladrón que le roba votos. Y el problema es que él y otros del PP -empezando por Aznar y siguiendo por Isabel Díaz Ayuso, su candidata la Comunidad de Madrid- legitimaron a Abascal al declararse amigos y próximos a algunas de sus ideas. Aznar llegó a decir que "es un buen chico lleno de cualidades". Los 27 escaños que las encuestas dan a Vox se han convertido en la pesadilla y el oscuro objeto del deseo de Casado. A Pedro Sánchez es difícil quitarle votos, quizás es más fácil hacer que electores de siempre del PP, tentados ahora de flirtear con Vox, vuelvan a la casa del padre.

Casado lleva ya alguna semana predicando la teoría del voto útil: para echar al "okupa de la Moncloa" hay que votar al PP. Pero su autoridad, pese a Cayetana Álvarez de Toledo y Adolfo Suárez Illana, es limitada. Sólo faltaba que su número dos por Madrid hablara de los neandertales.

En situaciones apuradas hay que recurrir al padre. Y Aznar ha estado al quite para decir donde dije digo, digo Diego. El chico lleno de cualidades había atacado afirmando que "el PP es la derechita cobarde que ha preservado el nefasto legado de Rodríguez Zapatero". Aznar ha replicado desde Valencia, tierra en otro tiempo de grandes victorias: "A mí nadie me dice a la cara derechita cobarde porque no me aguanta la mirada". Luego continuó: "Hago una llamada desde mi autoridad moral, mi historia en los últimos años, la que se me reconozca, y desde mi experiencia como presidente del gobierno y apelo a la responsabilidad del votante de centro-derecha para que vote al PP y nada más que al PP€ No se trata de repartir armas a nadie sino de juntar votos a favor de España".

¿Gobierno estable de derechas? El Ibex tendría que volver a poner una vela a Aznar para que interceda y rescate para el PP a un votante de extrema derecha que hasta ahora no ha tenido un partido propio sino que estaba realquilado -en buenas condiciones- en el PP. Pero Vox defenderá su todavía no conquistado botín. Rocío Monasterio, líder en Madrid, ya ha contestado: "¡Qué forma tan absurda de debilitar al candidato, trata a Casado como un hijo que necesita protección".

La guerra civil de la derecha continuará. Como mínimo hasta el 28A. Quedan dos incógnitas. Una es si Rajoy perdonará el asesinato de Soraya y también acudirá al socorro de Casado. La segunda es más relevante. ¿Qué hará Rivera si el día siguiente de las elecciones los diputados de Cs pueden darle la mayoría a Sánchez y el premio es doble: vicepresidencia y ministerio de Exteriores? La encuesta de El País da a los de la investidura fallida de hace tres años 177 diputados.

¿Es ese el deseo máximo de Josep Oliu?

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