Cuesta creer que pese a las protestas de los ciudadanos y la proximidad de la Semana Santa, en que la ciudadanía (los contribuyentes) inicia la temporada de disfrute de nuestras playas, ninguna Administración se haya ocupado de retirar un velero de 9 metros de eslora, varado y abandonado en una playa de la isla.

Este velero estaba fondeado en el antepuerto de Puerto Portals, y a consecuencia del temporal de 2/11/2018, y debido a la precariedad de su fondeo, fue arrastrado a la playa. Desde entonces a fecha de este escrito 19/02/2019 (cuatro meses después) sigue ahí, sometido al continuo desmantelamiento y desguace de propios y extraños. Este hecho no es nuevo ya que año tras año, se viene repitiendo cada vez que hay un temporal. Está claro que la responsabilidad es del armador -propietario que fondeó y abandonó su embarcación de forma ilegal, en una zona no regulada de competencia de Costas-.

Es posible que el propietario, muchas veces extranjero o desconocido difícilmente localizable al no haber tenido ninguna relación contractual, prefiera dar su embarcación por perdida debido al alto coste de su recuperación. En estos casos cada Administración pretende evitar su responsabilidad. Costas tiene cedida la gestión de uso de las playas a los ayuntamientos, por lo que correspondería a éste solucionar el problema y el cobro de la correspondiente multa por abandono de restos peligrosos y contaminantes en dominio público. Por esta razón, hace ya cuatro meses que los despojos de lo que fue una embarcación yacen en la playa dando una pobre imagen a nuestros vecinos y visitantes.

Puerto Adriano presentó un proyecto en el que proponía regular su antepuerto con fondeos ecológicos y seguros. Controlaba la titularidad y responsabilidad civil de las embarcaciones. Se hacían cargo de los residuos orgánicos y se controlaban los vertidos en beneficio de las playas cercanas, como ya se hace en todos los puertos. Se controlaba la estacionalidad y los periodos de fondeo restringido en función de la climatología. Este proyecto, que técnicamente beneficia los intereses del bien común y la calidad de nuestras aguas, ha sido parado. ¿Cuál ha sido el motivo?

La concesión de fondeo en las zonas de acceso a los puertos (antepuertos o zonas de adscripción), debería adjudicarse a los puertos que son los que pueden aportar con total seguridad los servicios a estas infraestructuras en beneficio de todos los ciudadanos, siendo conscientes de que son complicados por la contraprestación de responsabilidad civil y medio ambiental. No tiene que confundirse con el interés de campos de boyas en otros lugares bajo la bandera de la protección de la posidonia. Dicho esto, ya tendríamos resuelto el problema y ahora sabríamos a quien correspondería hacerse cargo del velero a la mayor brevedad.