Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Joaquín Rábago

360 grados

Joaquín Rábago

¿Y si China reconociese a Nancy Pelosi como presidenta de EEUU?

¿Y si China reconociese a la presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, como la nueva presidenta de EEUU, tras decidir que Donald Trump ha violado la Constitución de ese país?

Es la pregunta que se hace en su blog el politólogo y tres veces aspirante a la Casa Blanca - una por el Partido Libertario (ultraliberal y anti-intervencionista) y en otras dos ocasiones, por el Republicano- Ron Paul.

Es un secreto a voces que el vicepresidente de EEUU, Mike Pence, un ultraconservador del ala evangélica, animó al diputado venezolano Juan Guaidó a autoproclamarse presidente de su país tras asegurarle que tendría el apoyo inmediato de Washington.

Aprovechando la nueva constelación conservadora, y en el caso del Brasil, de extrema derecha, en el sur del continente, el Gobierno de EEUU calculó que era hora de actuar para deshacerse de una vez por todas del bolivarianismo.

Los sucesivos Gobiernos de Washington llevan tras ese objetivo prácticamente desde que llegó al poder por vía electoral - no hay que olvidarlo- el antecesor de Maduro, Hugo Chávez. Y desde luego no descansarán hasta que lo consigan.

La estrategia ha consistido allí, como antes en otros lugares, en estrangular económicamente a Venezuela para alentar un levantamiento popular contra el régimen y poner en su lugar a un gobierno favorable a los intereses de Washington.

El envío de ayuda humanitaria después de haber hecho todo lo posible por provocar la asfixia del país - sin que debamos exonerar de responsabilidad al torpe gobierno venezolano y a sus ineptos militares- es puro sarcasmo.

No deja de ser irónico que precisamente quienes, aquí y allí, no paran de acusar a Rusia de haber intervenido en las elecciones presidenciales estadounidenses sean precisamente los que ahora llaman insistentemente a un golpe militar Venezuela.

¿No dijo en la ONU Donald Trump que respetaba el derecho de cada nación a "practicar sus costumbres, sus creencias y tradiciones" y sólo pedía a cambio respeto para la "soberanía " de su país?

Claro que ¿qué valen las palabras de un presidente de EEUU, sobre todo si se trata de un individuo tan falto de ética y tan compulsivamente mentiroso como Trump?

Como critica Ron Paul en su blog, el republicano no sólo se inmiscuye en la política de otro país sino que incluso se arroga el derecho de decidir quién debe ser su presidente.

Lo peor del caso es que muchos dirigentes políticos y comentaristas de medios europeos se empeñen en no ver lo que ve con tanta claridad un político estadounidense tan conservador como Ron Paul.

Compartir el artículo

stats