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Joaquín Rábago

360 grados

Joaquín Rábago

Venezuela y la bilis de algunos

La gravísima crisis de Venezuela está permitiendo a algunos profesionales del odio echar por la boca en las tertulias en las que participan toda su bilis contra la izquierda. Sustituyen ésos los argumentos por las más burdas descalificaciones de quienes osan no pensar como ellos, y no se cansan de recordarnos los millones de muertos del comunismo como si ello tuviera algo que ver con lo que hoy sucede en aquel desgraciado país. Directores de medios que violan hasta en los pies de foto de sus diarios la elemental máxima periodística de que la información es sagrada aunque las opiniones sean libres, se dedican como lenguaraces tertulianos al insulto sistemático a quienes no piensan como ellos. Acusan de debilidad a un presidente del Gobierno como Pedro Sánchez que, con el aliento de la derecha siempre en la nuca, ha llegado a calificar públicamente de "tirano" a un jefe de Estado. Se ríen cuando se les pregunta ¿por qué, si están tan a favor de la democracia, no denuncian también violaciones de los derechos humanos tanto o más graves en países con los que negociamos y a los que vendemos armas? No parece preocuparles lo más mínimo la profunda división social que existe en Venezuela ni que allí pueda producirse un baño de sangre con tal de poder asistir cómodamente desde sus despachos al derrocamiento del "déspota" Nicolás Maduro como en su día vieron caer al iraquí Sadam Husein. Aprueban los continuos llamamientos de EE UU a un golpe militar en Venezuela y rechazan cualquier posibilidad de mediación, como la que proponen los europeos, en busca de una salida incruenta al conflicto. Hablan de que quieren ver a Maduro ante la Corte Penal Internacional, pero nada dicen de otros jefes de Estado o de Gobierno que han invadido países y deberían ser igualmente acusados de crímenes de guerra. Pero éstos, demasiado poderosos, son nuestros aliados.

No parecen preocuparles lo más mínimo la llegada a la presidencia del Brasil de un ultra admirador de Donald Trump y blanqueador de la pasada dictadura militar de ese país ni los continuos atropellos de los derechos humanos en toda Centroamérica. Esos opinadores que no admiten más verdad que la propia y aparecen en las pantallas a todas horas del día -uno no sabe por qué, o tal vez sí- podrían perfectamente trabajar para Fox News, la emisora favorita, como se sabe, del líder del "mundo libre".

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