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Manuel campo vidal

Crónica política

Manuel Campo Vidal

El PP lucha por taponar la fuga a Vox

"El Partido Popular tiene una intensa fuga de voto a Vox que no logra taponar", nos decía Albert Rivera el martes pasado. La encuesta del CIS vino a decir lo mismo dos días después. Aunque el Centro investigador no pase por su mejor momento, sus números son rotundos: PP, retrocede 6 puntos; Vox, 6,5 puntos. No todos los votos de Vox proceden del PP, cierto, ya que hay transferencia, aunque menor, desde Ciudadanos e, incluso, desde la izquierda: un análisis de Sigma 2 sobre el voto andaluz concluyó que el 15 por ciento de voto le llegó desde PSOE y Podemos. Pero de esa fuga intensa desde el PP advierten: otras encuestas privadas y lo reconoce el propio partido cuando analiza los factores por lo que Vox crece. El Senado, la cámara en la que los populares tienen mayoría absoluta, será el escenario de esa ofensiva para avanzar legislativamente en los asuntos sensibles que, a juicio del PP, impulsan el crecimiento electoral en el seno de la derecha, incluidos los toros, la caza, nuevas transferencias al Gobierno vasco y, por supuesto, Cataluña. Sobre esta cuestión, el Gobierno de Sánchez mantiene en privado que se trata de "construir un camino razonable" entre la propuesta independentista y la cerrazón de los que reclaman limitar, sino liquidar, las autonomías. Precisamente en los días de tanta emoción del juicio, se solicitará a los partidos independentistas que voten los Presupuestos del Estado. Si no lo hacen, habrá elecciones en otoño y que "salga el sol por Antequera", nunca mejor dicho por ser centro geográfico y político andaluz. Inquietante.

Pero si el PP reina en el Senado, al que ahora llega el primer representante de la ultraderecha, por vía de la representación autonómica de Andalucía, hay otro escenario en el que Vox va a tener "mayoría absoluta" por tres meses: el juicio contra los dirigentes independentistas en el que el partido de Santiago Abascal se personó como acusación particular. Su número dos, el abogado Javier Ortega Smith, que se presenta como alguien que "dejó el despacho y los clientes por España", va a experimentar un potente impulso mediático; estará a diario en las sesiones de un juicio al que se han convocado quinientos testigos, desde Mariano Rajoy a Soraya Sáenz de Santamaría, pasando por Montoro, Mas y Urkullu, además de destacados dirigentes policiales. "Será el juicio a la democracia española", ha advertido Oriol Junqueras desde la cárcel. Tres meses de sesiones que nos llevarán a mayo, en la antesala de las triples elecciones, municipales, europeas y autonómicas en 13 de las 17 autonomías. La sentencia, para el verano.

Así que gran expectación en España y en Europa por el juicio, con el abogado de Vox entre las previsibles estrellas, saltando a todos los medios. Hasta las elecciones andaluzas, los pocos programas a los que se le invitaba eran de TV3. Un debate con varios participantes a favor de la independencia de Cataluña y un solo oponente, el representante de Vox, era plato estrella de la cadena. "Es que para TV3, España es Vox", sentencia Albert Rivera. Esa es la imagen que se trata de transmitir, la de una España intolerante.

Pero para recuperarse, el PP deberá ingeniar otras estrategias con iniciativas relevantes. Algo más ocurrente que debatir sobre la tesis doctoral de Pedro Sánchez, que ya pasó varios controles de plagio sin resultados anormales. Que esa iniciativa la impulse el partido que preside Pablo Casado, que soportó una polémica sobre el supuesto origen fraudulento de su Máster y la celeridad con la que cursó la carrera de Derecho, solo puede haber sido recomendada por su peor enemigo. La escalada verbal contra Sánchez centrada en el calificativo de "cobarde" (porque viaja mucho, como si huyera de España) deberán medirla bien. Esa actividad internacional es muy apreciada por las empresas españolas necesitadas de apoyo institucional para internacionalizarse. "Para influir en el mundo hay que viajar y estar. No basta con mandar un tuit", sentencia el ministro Josep Borrell.

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