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Matías Vallés

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Matías Vallés

El Chapo Guzmán tiene una finca que llamó Isla Palma de Mallorca

El emprendedor mexicano conocido como Chapo Guzmán posee una gigantesca finca o quinta en Sinaloa. La mansión, que envidiaría Pablo Escobar, cuenta incluso con un enorme lago artificial. Sin embargo, aquí vamos a asombrarnos de que el hombre de negocios juzgado ahora mismo en Nueva York bautizara a su propiedad como Isla de Palma

Tan singular denominación obliga a elucubrar. El Chapo incurre en la misma confusión que Mariano Rajoy, al mezclar isla con ciudad. El nombre de Isla de Palma de Mallorca puede deberse a un homenaje a Cancún, apéndice mallorquín en México. O a la notoriedad de nuestra celebérrima geografía. O a que disfrutó aquí de su luna de miel.

Buscamos explicaciones inocentes. Nos negamos siquiera a plantear que el mayor narcotraficante del planeta nombre sus fincas de acuerdo con los enclaves donde mercadea. Podríamos investigarlo si no tuviéramos a la Policía Nacional espiando a periodistas, mucho más peligrosos que los narcos. Como regla general, hostelería y restauración son los negocios idóneos para el lavado del dinero de la droga. No solo se lo dirá Don Winslow, sino cualquier policía que no pierda el tiempo secuestrando medios de comunicación.

Nadie puede discutir a José Ramón Bauzá la tremenda coherencia de estar equivocado en todos sus planteamientos. Siempre fue de ultraderecha moderada. Triunfó en Mallorca porque compartió los ideales de Patria y dinero de los cargos que nombró en el PP, los cuales fingen escandalizarse en 2019 de escándalos que usted leyó aquí antes. En 2012, para ser más exactos. ¿Qué parte de Herr Kommandant Bauzá no entendieron los populares?

Ni veo en qué empeora el farmacéutico fugitivo a quienes se quedan en el PP porque no tienen adónde ir, ni advierto la mínima diferencia ideológica entre Bauzá y Biel Company Bauzá, por mucho que lo roboticen. Como bien tuiteaba la concejala ignorante de Cort mientras informábamos de la vinoteca, el pisito millonario o la farmacia incompatible, "el president desmontará las calumnias". Nunca mires hacia atrás sin ira.

No puede hablarse de discrepancias entre la catedrática mallorquina Carmen Orte y la ministra María Luisa Carcedo, sino de un enfrentamiento brutal que por fuerza había de saldarse con la destitución de la secretaria general del Imserso, designación que se vendió como prueba del ascendiente de Armengol sobre Sánchez.

En el ministerio de Sanidad recuerdan a Orte como la profesora de provincias que se enfrentó a brazo partido a secretarios de Estado. En la visión del experto de la capital que mejor conoce la situación, "seleccionar a los inadaptados a Madrid para enchufar a los andaluces de Susana Díaz que se quedaron sin silla, nunca fue tan sencillo como con tu compatriota mallorquina". Y dada la fama que me asiste, entenderán que Orte se haya convertido en mi ídolo.

Dejemos que los gaditanos se conformen con una mención de excelencia turística en el New York Times, que Mallorca ha sufrido miles de veces. Presumamos en cambio de que la revista Monocle, la biblia del estilo a cargo de Tyler Brûlé, haya proclamado a Palma como una de las mejores ciudades del mundo para hacer negocios en 2019.

Martín Berasategui cocina más estrellas Michelín, diez, que la suma de los restauradores mallorquines, ocho para siete establecimientos. De ahí que tenga cierto interés el desembarco mallorquín del chef donostiarra, el único de España con dos triples estrellas. Puestos en contacto con Ane Berasategui, hija del cocinero y responsable de comunicación del Grupo, nos confirma la puesta en marcha del "proyecto en Mallorca" aunque también matiza que se encuentra en la fase inicial. Vean El vicio del poder, para entender por qué ni Bauzá ni Company alcanzarán jamás la determinación diabólica de Dick Cheney.

Reflexión dominical incorpórea: "El que no es dueño de su cuerpo no es dueño de su nombre". (Ruth Miguel Franco, Unos cuerpos).

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