El foro berlinés Annual Conference on Cultural Diplomacy se enriqueció notablemente con la presencia de José Ramón Bauzá, a falta de saber si representaba al PP o a Vox, tras el portazo que le dio Ciudadanos. El senador mallorquín presentó la ponencia Diez mentiras del movimiento independentista catalán. Pocas mentiras parecen, tratándose de tan recio español. En realidad, el expresident efectuó un recuento pormenorizado y le salían 1.873 falsedades, pero las comprimió por exigencias de espacio.
Bauzá presumía de enfrentarse en Berlín con la plana mayor del procés, incluidos Artur Mas, Elsa Artadi, Antoni Comín y la cantante de Boney M (lo juro). Una lectura alternativa establecería que el senador se va de farra berlinesa con lo más granado del independentismo, aun reconociendo el mérito de subir a un escenario y contar de uno a diez sin equivocarse. El expresident complementará su decálogo con Mil medidas para acabar con el movimiento independentista catalán. Entre las destacadas, "1. Encerrar a Torra, 2. Encerrar a Torrent, ..., 678. Encerrar a Guardiola, 679. Encerrar a Lluís Llach,..." y así sucesivamente.
Si Bauzá hubiera llegado antes a Berlín, los alemanes entusiasmados con su Diez mentiras habrían concedido la extradición de Puigdemont. Es fabuloso que el expresident promueva la Diplomacia Cultural, a falta de saber con cuál de las dos palabras está más reñido. Tampoco puede subestimarse que un vulgar senador resuelva en diez mentiras un fenómeno enquistado desde hace siglos. Bajo una perspectiva provinciana, sorprenden los retorcimientos del expresident con tal de no abordar ningún asunto que afecte a Mallorca, de donde surgió su actual encomienda. El hombre que en más ocasiones no ha sido ministro de Rajoy, entiende que su presencia en una cámara implica grabarse continuamente. Es su mejor y casi único espectador.
