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Lluís Abbou

¡Qué matriarcal!

El leguaje inclusivo que remplaza las "o" de los masculinos por la "e", una vocal neutra que no se identifica con ningún género y --a diferencia de la "x" o el "@"-- puede trasladarse al habla sin inconvenientes es una degradación del lenguaje y de la cultura.

El pasado 5 de Diciembre, la Guardia Civil celebraba el 40 aniversario de la Constitución en su Twitter escribiendo: "Hoy es un gran día. Felicidades a todas y todos los españoles por el camino de Paz y Libertad que representa". Entré en cólera al leer ese "todas y todos". Sin duda es una festividad para conmemorar aunque, puestos a ser consecuentes con el enfoque gramatical que utilizaban, deberían felicitar a todas y todos los españoles y españolas de parte de los guardios y guardias civiles y civilas. Por si fuera esto poco, unas semanas antes, algo llamado "Servicios Lingüísticos de Manacor" publicaba en Facebook que debemos referirnos a los trabajadores de una compañía como "el personal" ya que usar términos como "jornaleros" o "asalariados" es discriminatorio porque no incluye a las mujeres. Es bochornoso que un organismo lingüístico contradiga las normas establecidas por la maltratada Real Academia Española que estipulan que "el uso genérico del masculino para designar la clase, es decir, a todos los individuos de la especie se utiliza sin distinción de sexos". Esto quiere decir que el uso del masculino incluye a personas de ambos sexos.

El lenguaje inclusivo es necesario. Durante siglos la mujer ha sido oprimida por el hombre, quien marcaba las pautas de la vida diaria. Es normal que ahora, en pleno siglo XXI, donde tanto todo ha cambiado, cuando la mujer hace unas cosas que eran impensables hasta hace poco y se ha ganado el respeto que merece, la lengua dé cabida a esta hembra nueva que llena nuestra existencia y, a menudo, por encima de nosotros, varones. Lo que pasa es que todo tiene fronteras, límites, líneas rojas, que se llaman sentido común, disparate, majadería, folclore, populismo y oportunismo barato.

Lo que me inquieta de este asunto es que esta bobada agrede a un instrumento que debe ser impecable y nítido: la lengua. Dentro de lo cauteloso, el habla tiene que cambiar sin llegar a la burrada. Además, hay actualmente una tendencia a la corrupción del lenguaje que hace que sea menos natural y más engorroso. Al politizar la lengua, llegamos a la chaladura; es por esto que ahora los puentes colapsan y no se derrumban, los inmigrantes son migrantes y la guerra es un conflicto armado.

¿Para qué existe un idioma? Para comunicar. A mí me parece bien que si ambas partes están de acuerdo en hablar de cierta manera lo hagan. Me molesta, pero respeto, que dos personas (o muchas en un grupo cerrado) escriban con "x", con "e", con caracteres cirílicos o en idioma emoji mientras todos estén de acuerdo. Cada uno escribe como quiere, o puede. El dilema viene cuando uno quiere comunicar algo a una multitud. Siento decirles que con ese lenguaje, si puede llamarse así, no están comunicando más que a su propia peña. Personalmente, al ver palabras con "x" dejo de leer. Si me da El Quijote en lenguaje inclusivo, le aseguro que me va a costar más tiempo leerlo y voy a querer abandonarlo más rápido. Porque me molesta, mi cerebro está cableado con palabras.

Es interesante ver qué hacemos con algunos sustantivos que para todo género terminan en 'a', como "persona", "periodista" y "dentista" y cuyo plural nunca denotó hombres: "las personas", "periodistas" y dentistas". ¡Qué matriarcal!¿Estas palabras se cambian entonces? ¿Es persones, periodistes y dentistes? Si la respuesta es negativa, entonces no se está buscando la inclusión y equidad de género en el idioma, imagino.

No debería decirlo porque toda persona que difiera conmigo debería referirse a mis razonamientos y no a mi persona, pero, de nuevo, lo voy a aclarar para evitar que una discusión idiomática se desvíe hacia si soy machista o no. No me siento intimidado por las conquistas femeninas porque sé que para dar derechos a unas no hace falta quitárselos a otros. Habiendo dicho esto, me despido esperando que este artículo aporte algo a quienes lo lean.

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