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Matías Vallés

Al Azar

Matías Vallés

¿Le comprarías a Isern un voto de segunda mano?

El PP expulsa a una mujer de un cargo, para sustituirla por un varón. Nada anómalo en el partido de la virilidad consecuente, pero cuando la cuota femenina es aplastada recuperando a Mateu Isern para Cort, conviene tomarse el recambio en serio. Vuelve el hombre. En cuanto a Marga Duran, quién era.

Isern enriquece la estirpe de los políticos irresistibles. Te sonríe, y olvidas que ya ha sido alcalde, con un resultado desigual aparte de su fácil aclimatación al hábitat corrupto que le rodeaba. Marchitado el hechizo inicial, ¿le comprarías a Isern un voto de segunda mano? Apuesto a que numerosos palmesanos y palmesanas responderán afirmativamente.

En una lectura de lo ocurrido tan ajustada como las americanas del exalcalde, Biel Company ha conseguido que Isern no le arrebate la candidatura al Govern, desplazándolo para ello a Cort. A cambio, el presidente del PP balear tendrá que aceptar un rol subordinado, cada vez que comparta cartel con el galán de su partido. Un dirigente conservador no se recuperará jamás del día "en que estaba hablando con la ministra, vio a Isern y me dejó plantado para irse con el alcalde".

La concentración absorbente en las listas del PP olvida que se trata de un partido en descomposición, según se acaba de demostrar en las andaluzas. Por tanto, ¿cómo ha dicho que se llaman los candidatos mallorquines de Vox? Isern logrará que le vote cada persona con la que se cruce, pero no sé si cien mil abrazos se hallan a su alcance. Todavía recuerdo el color de su chaqueta en el mitin del Parc de sa Riera, cuando un Rajoy deslumbrado pronunció la frase histórica de que Palma "tendrá un alcalde con porte y percha", mientras José María Rodríguez musitaba en un rincón que "para esto he adelgazado yo veinte kilos".

Lo cual nos lleva a presagiar que el desencuentro entre Otelo Company y Ofelio Isern eclipsará la bronca del exalcalde con José Ramón Bauzá, donde solo faltaron las bofetadas. El regreso del conquistador alerta a quienes se empeñan en olvidar que Palma contiene la mitad de votantes de Balears. La traducción a la izquierda señala que el Pacto de Progreso tendrá que espabilar. Y mucho.

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