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Antonio Papell

Opciones de gobierno andaluz

La formación de gobierno en Andalucía no será fácil, como ya es tradicional en este país, en el que parece haberse extendido la convicción de que toda negociación es un pasteleo indigno y que cualquier pacto es una claudicación inadmisible. En este caso, la dificultad de conciliar intereses se complica con el hecho de que una de las formaciones presentes en el parlamento es Vox, una organización de extrema derecha que, a falta de que se conozcan mejor sus inclinaciones ideológicas, ya ha manifestado que discrepa del marco constitucional en algunos aspectos concretos. El más llamativo de ellos es el territorial: Vox quiere recuperar el estado unitario. Además, la organización presidida por Santiago Abascal -miembro del PP mientras pudo vivir del erario público y aventurero disidente cuando se vio en la calle- está en contra de las políticas de género, de la de memoria histórica, del matrimonio homosexual, de la legislación vigente sobre el aborto, etc. Algunos analistas han visto también rasgos xenófobos, racistas e islamófobos.

Vox es, en definitiva, un partido afín al Frente Nacional francés (llamado ahora Rassamblement National, RN), a la Liga italiana y a la Alternativa para Alemania (AfD), entre otras joyas. En Alemania, por poner el ejemplo más afín a nosotros, AfD es considerado un partido paria y antisistema y ha sido rodeado de un cordón sanitario como el que aísla también a RN desde hace años, de forma que las fuerzas democráticas tradicionales no pactan con tales organizaciones. Ni siquiera las crisis de los partidos tradicionales en Alemania ha planteado la posibilidad de formar alianzas con AfD, que vive en la marginalidad política.

Aquí, las actitudes con respecto a Vox se están formando todavía. El PP ya ha expresado con suficiente claridad que no ve motivos para prescindir de los apoyos del 'populismo de derechas' si los brinda, y ha pretendido inútilmente encontrar una simetría entre VOX y Podemos para justificarse (es obvio que la palabra populismo es polisémica y que no todos los populismos son iguales, ni siquiera comparables). Casado ha manifestado además, sorprendentemente, durante la campaña andaluza que es partidario de recentralizar la educación, un claro gesto de aproximación a Vox, rechazado por cierto por el presidente castellano leonés Juan Vicente Herrera con alguna brusquedad.

Ciudadanos, en cambio, no parece muy propenso a pactar con Vox. Su definición liberal y su alineación en Europa se lo impiden (algunos socios del grupo liberal en el PE no lo consentirían). La integridad democrática de Albert Rivera y sus equipos no es dudosa, y así hay que reconocerlo; en consecuencia, la simplista fórmula de gobierno propuesta por Casado basada en una mayoría formada por PP, C's y Vox, podría haberse desmoronado antes de nacer. De hecho, lo políticamente decente en Andalucía es buscar la gobernabilidad prescindiendo de Vox.

Este criterio, que es compartido logicamente por el PSOE y Adelante Andalucía, conduciría a un gobierno C's-PSOE, que necesitaría la abstención de dos diputados de Adelante Andalucía en la investidura. Ahora bien: puesto que el PSOE ha experimentado un batacazo histórico -ha pasado de 47 escaños a 33- y C's ha dado un salto espectacular -ha pasado de 9 escaños a 21-, no sería chocante en absoluto que C's impusiera encabezar esta alianza o, como mínimo, sustituir a Susana Díaz por otra persona que no llevara sobre sí los lastres de la actual presidenta andaluza.

Las protestas del PP, que las habrá si prospera esta solución, tendrán poco fundamento. El PP, con el desastroso Juanma Moreno al frente, ha pasado ahora de 33 escaños a 26, pero en 2015 cayó, con el mismo liderazgo, de 50 a 33 escaños. Y a los demócratas europeos no les sorprenderá en absoluto que se prefiera una coalición transversal, del estilo de la gran coalición alemana, a una fórmula que incluya a un partido antisistema.

Probablemente, la solución al reto de la gobernanza requiere algún tiempo de digestión. Digieran sus señorías los resultados, pero los márgenes son los que quedan descritos más arriba.

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