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Pilar Garcés

El desliz

Pilar Garcés

Chocho, hay que decirlo más

Visto el lío formado por la derecha a cuenta de la chocho charla, parece que algunos tienen un problema con esta palabra magnífica. Incluidos los psicólogos, que han dado una lección de mojigatería.

Hoy por bueno el mandato íntegro del concejal de Igualdad del Ayuntamiento de Palma Aligi Molina solo por la polémica de la chocho charla. Vamos a echar de menos al regidor de Podemos, que se ha metido en un par de charcos importantes, el último estos días con la conferencia para "empoderarnos desde nuestros coños" que ha enfurecido a la carcundia. Dentro del programa de actividades del 25 N, día contra la violencia machista, Molina ha incluido una disertación de la psicóloga y sexóloga Isa Duque, conocida como la Psico Woman, cara visible de un equipo de profesionales dedicado desde hace trece años a la formación en la prevención de violencias sexistas desde su canal de YouTube y que también imparte cursos para jóvenes, para público en general, así como formación a docentes y terapeutas. La chocho charla que se celebrará en Flassaders la semana que viene lleva mucho tiempo rulando sin problemas por España, y ha tenido que ser en Palma donde ha topado con el gran muro de la pudibundez y el remilgo. Las críticas al consistorio por amparar esta actividad han llegado desde Actúa-Vox, Ciudadanos y el PP, y se ha sumado con entusiasmo el Instituto de la Familia, que anda un poco despistado y la denunció ante el Defensor del Menor, aunque en realidad está dirigida a adultos. Todos coinciden en que el gobierno de Antoni Noguera no tiene derecho a invertir dinero público en fomentar el "autocoñocimiento" que propugna la Psico Woman.

La controversia se ha hecho muy grande, incluso ha saltado a nivel nacional. Yo diría que sus instigadores han sobreactuado bastante a cuenta de algo que no es más que una acción de las cientos muy parecidas tendentes a mejorar la educación sexual de las mujeres, su estima y la comprensión de sus cuerpos, sus problemas y sus vidas, y que por ende no es de obligada asistencia para los ciudadanos de Palma. Se me ocurre que se han podido enganchar al efecto del sonido chocho, y ya no pueden soltar una palabra tan poderosa. A lo mejor arremeter contra una iniciativa divulgativa es la única posibilidad que tienen los ultramontanos de pronunciar el término chocho sin que les miren mal, les censuren o les expulsen de su club de campo. Chocho. Quizás el simple hecho de chochocharlar ya resulta una experiencia transformadora para estos amantes del escándalo y el flagelo. He aquí una teoría que no podría contrastar con ningún experto en la materia, pues inusitadamente el Colegio de Psicólogos de Balears se ha alineado bajo la misma boina cateta de Vox, Cs, PP y demás, y cargado contra la chocho charla. En un comunicado tan casposo como condescendiente, los psicólogos afirman que "enmarcar actividades con títulos provocadores no es la medida más adecuada para fomentar que todos los agentes sociales se impliquen en la lucha de las violencias machistas". Esta acción "minimiza todo el trabajo y esfuerzo en materia de igualdad y género realizado por multitud de profesionales", afirman. Qué barbaridad, va a resultar que la chocho charla tiene más peligro para las mujeres que el machismo y el heteropatriarcado en su conjunto. Lo mismo los psicólogos también deben animarse a decirlo más, chocho, a ver si se les aflojan un poco las costuras.

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