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Los pobres del salario mínimo

La necesidad de mejorar las percepciones laborales

He de decir que no me gusta el proceso de negociaciones que está llevando a cabo el Gobierno para conseguir los votos que le permitan sacar adelante y aprobar los Presupuestos Generales del Estado: bajando la cresta ante el afán de protagonismo e iniciativas de Podemos, concediendo favores e insuflando oxígeno a los independentistas y regando con nuestra pasta al PNV. Sin embargo, no me parecen mal algunas de las medidas que se incluyen en el cómputo como es la subida del salario mínimo interprofesional (SMI) desde 735 a 900 euros. ¿Alguien piensa que en nuestro país se puede vivir con 900 euros al mes?, ¿cómo van a tener los jóvenes acceso a realizar sus ilusiones con esa cifra? Pues aunque les parezca sorprendente, en la actualidad hay 2 millones de trabajadores -son el 10% del total- que cobran menos de ese importe.

¿No les parece que ya es hora de que se vaya corrigiendo esta situación? o ¿es que queremos dos Españas y dos tipos de ciudadanos? Puede que sea oportuno recordar que en Francia es de 1.480 y en Alemania de 1.645 euros y, aunque leo en algún periódico salmón que esta subida tendrá como consecuencia la pérdida de 190.000 puestos de trabajo, a mí me resulta difícil creer que las empresas y empleadores vayan a cancelar puestos de trabajo por esos euros al mes. Díganme ustedes sino qué tipos de trabajo son esos (por muy poco calificados que estén, supongo que no dejan de ser necesarios) que sin más pueden prescindir de unos trabajadores que están pagados con sueldos de miseria, ¿o realmente son negocios que están basados en la explotación y la esclavitud del siglo XXI? Acaba de presentarse en el Senado el estudio europeo "El estado de la pobreza; seguimiento del indicador de pobreza y exclusión social" que indica que un total de 12 millones y medio de personas se encontraban en 2017 en riesgo de miseria y exclusión que representa, en nuestra España, el 26% de la población. En los 28 países de la UE el porcentaje es del 22%, pero lo lógico es que, no seamos como Bulgaria y aspiremos a acercarnos a Francia y Alemania, que no llegan al 20. En este indicador, se tienen en cuenta tres factores que son: la carencia material severa, residir en hogares donde los adultos trabajan menos del 20% de su potencial laboral y tener bajos ingresos aunque se incluyan las ayudas sociales.

opino que este incremento del SMI para los presupuestos de 2019, deberíamos verlo como un avance necesario y no como un inconveniente para el desarrollo económico, laboral y social como lo están juzgando algunos políticos y gurús con telarañas en el entendimiento. Como ilustración, leo que la retribución media de los presidentes ejecutivos y consejeros delegados de las empresas del IBEX aumentó en 2017 el 12,3% hasta unos ingresos de 3.110.000 euros anuales cada uno y que para el resto de los directivos de las cotizadas se elevó un 20% hasta los 868.000 euros por cabeza. Saquen la conclusión ustedes mismos.

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