Tierra, agua, aire€ La fortaleza de una roca, la inmensidad del océano, el estallido del volcán, las lavas forjadoras, la inmensa fuerza del huracán, el misterio de las auroras boreales, el sol de medianoche, las dunas del desierto€ Naturaleza en todo su esplendor. Atacando sin piedad, a veces. Pero, también, regalando la contemplación y esencia de su inmensa hermosura ¿Y qué podemos decir de las flores? ¿Y los árboles?
Por cierto, ¿se han parado alguna vez a tocarlos? Porque es muy relajante. Mucho más que acariciar cualquier otro ser viviente. Porque, en los animales, como en los humanos, siempre existe una sutil agitación. El logro de la quietud y del bienestar, casi nunca depende solamente de ellos. Los árboles, sin embargo, desde que brotan hasta que mueren siempre están inmóviles, en el mismo lugar. Con las raíces se acercan al corazón de la tierra, con la copa miran al cielo. Esperan la luz del sol y la lluvia, una estación y después la otra; aguardan la muerte. Ninguna de las cosas que les permiten vivir depende de su voluntad. Existen y basta. De ahí que sea tan hermoso tocarlos. Y contemplarlos. Y ahora, en otoño, sin perder hermosura, desprenden sus hojas que cubren la tierra, impregnando esta estación de un tenue colorido. Y sucede así, porque en el otoño el sol calienta con pereza y las sombras y el frescor pesan más que la claridad y el calor.
Cada día es menos madrugador y cada tarde menos trasnochadora. Es la época de las castañas, rosales silvestres, espinos, enebros€ Pero, también, la estación ideal para enamorarse ¡Sí, señoras y señores! Dicen los expertos en la materia, que los amores que surgen -o los que se replantean una nueva oportunidad- en otoño, son bastante más duraderos. Justamente lo que necesitamos en este tiempo de crisis del amor. Porque, siguen diciendo, hay menos pasión y más serenidad y al ser más calmados, también suelen ser más profundos. Y si los enamorados disfrutan de apacibles paseos bajo los árboles, dándose un buen atracón de sabores y sensaciones, es más que probable, según todos los expertos, que ese amor adquiera el poder y la fuerza suficientes como para durar más allá de la vida. Viendo todo esto, y mientras esperamos la salida de esta larga crisis -me refiero a la del amor- ¿no les parece que vale la pena hacer caso de estos pequeños consejos?
