Según leo en una crónica de El Mundo, a la ropa de segunda mano que llega a África desde Europa o América la llaman "ropa de blanco muerto". Hablamos de los pantalones de los que usted y yo nos desprendemos introduciéndolos en esos contenedores habilitados en las esquinas de algunas ciudades. Y no es que los tiremos por viejos, sino porque para tener un fondo de armario se necesita un armario con fondo del que carecemos. Así, una chaqueta confeccionada en el Tercer Mundo y vendida luego en una tienda de la Gran Vía madrileña puede volver a su lugar de origen para ser reutilizada por la misma persona que le puso el forro y le cosió los botones.
Ropa de blanco muerto.
Excelente metáfora. No es que sus antiguos propietarios hayamos fallecido de forma literal (aunque algunos sí), pero estamos en ello. La vida, entre nosotros, pende de un hilo. Tal es al menos lo que dicen los expertos cada vez que aparecen en la tele (la deuda, el cambio climático, esas cosas). El otro día, en un programa nocturno de la radio, un hombre daba argumentos para convencer a los escépticos de que la Tierra es redonda.
-Cuando se encuentre usted en campo abierto -decía-, observe la línea del horizonte y comprobará que traza un arco. Si la Tierra fuera plana esa línea sería recta.
Insomne y perplejo, un servidor de ustedes escuchaba al científico de buena voluntad intentando convencernos de lo obvio. Así son mis noches y mis madrugadas, con el auricular pegado al oído, preguntándome si alucino yo o alucina la realidad. Si usted tiene dudas acerca de la forma geométrica de nuestro planeta, piense en las vueltas que va a dar esa falda que se compró la temporada pasada en Zara y de la que se ha desprendido hace dos días. Si la Tierra fuera plana, no daría vueltas: caminaría en línea recta. Los zapatos viejos giran alrededor del mundo como las obsesiones alrededor de la cabeza, que también es redonda, aunque el encefalograma de muchos sea plano.
Ropa de blanco muerto, decíamos. ¿Impresiona o no impresiona la expresión? Al paso que vamos, no sería raro (tiempo al tiempo) que esos mismos trajes regresaran de África como "ropa de negro muerto". Para amortajarnos. El déficit está por las nubes.
