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Joaquín Rábago

360 grados

Joaquín Rábago

¿De qué han servido siete años de guerra en Siria?

Sí, ¿de qué han servido siete años de guerra en Siria? Es la pregunta que habría que hacerse al ver el resultado, por otro lado, tan previsible. El balance es claro: cerca de medio millón de sirios muertos, la mitad de la población del país convertida en fugitiva, miles de presos. ¿De qué han servido las guerras de Afganistán, de Irak, de Libia si no es para destruir países enteros, destrozar economías y para vender armas y enriquecer a gentes sin escrúpulos? Un tercio de las ciudades sirias están destruidas, lo que dará trabajo y negocio a las empresas especializadas en reconstrucción y alimentará todavía más la corrupción.

El dictador sirio, a quien se trataba de eliminar, sigue en su sitio, e Irán, cuya creciente influencia en la zona Estados Unidos e Israel trataban de frenar, ha reforzado su presencia. Con ayuda sobre todo de Rusia , su mayor aliado, Bashar al-Ásad vuelve a hacerse con el control de la mayor parte del país y ahora puede permitirse considerar el regreso de los refugiados a sus antiguos hogares si es que queda algo de ellos.

Según algunas informaciones, Rusia ha ofrecido a EE UU colaborar en ese regreso masivo de los desplazados, lo cual sería un alivio para los vecinos. Conviene no olvidar que el vecino Líbano soporta la mayor carga en materia de refugiados. Hay quienes dirán que todo eso no va a contribuir más que a rehabilitar a un régimen acusado de violar sistemáticamente los derechos humanos de sus ciudadanos. Pero ¿qué puede hacer Occidente? ¿Rechazar la oferta de colaboración rusa y facilitar que cada vez más lleguen a territorio europeo cada vez más refugiados, huyendo de la violencia del régimen sirio?

Rusia ha propuesto crear tanto en el Líbano como en Jordania centros para el regreso de los refugiados. Al mismo tiempo su ministro de Exteriores, Serguéi Lavrov, ha estado haciendo gestiones en París y Berlín. El régimen sirio podrá decidir ahora a quién acepta que vuelva y a quién no. Todo esto, todo lo que podría ocurrir y que finalmente ha ocurrido, había que haberlo previsto antes de animar a quienes se levantaron en su día contra el régimen sirio.

Como había que haber previsto que una guerra en un país como Siria sólo iba a contribuir también al aumento del peligro yihadista y del terrorismo no sólo en la región sino en la propia Europa. Estados Unidos jamás entenderá la enorme complejidad de Oriente Medio. ¿Y qué le importan además las consecuencias? A diferencia de Europa, está muy lejos.

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