El que da primero, recibe dos veces, por lo que Matteo Salvini insiste en aporrear a la Mallorca que lo singularizó. ¿Declararía el Consell insular hoy persona non grata al ministro italiano, con la perspectiva del fuego graneado? Probablemente hubieran dado marcha atrás, los políticos locales infravaloraron la avidez reactiva del reaccionario. La degradación individualizaba se basaba en que el líder de la Lega no se rebajaría a contestar a los habitantes de la aldea mallorquina. La institución no pecaba de soberbia, sino de humildad.
Se desemboca así en una curiosa inversión. El Consell no considera que Mallorca goce de la importancia suficiente para destapar una tormenta en el gobierno italiano. En cambio, el zorruno Salvini advierte la dimensión global del enclave, y no desaprovecha la oportunidad de colocarlo en su punto de mira. Ignorando olímpicamente a la institución sin relevancia alguna que lo ha desgratizado, reconoce el poderío de una marca global. Se rinde a la isla. Con la entrada en juego de las tropas alemanas, a favor históricamente de los italianos, la palabra definitiva "Mallorca" iba por delante de la aleatoria "Salvini" en los titulares de cabeceras tan mayúsculas como Süddeutsche Zeitung o Focus.
No entraremos en la contradicción de que Podemos gobierne en Italia con Salvini y lo erradique aquí al lado. Si el conflicto sirve para que un Consell provinciano se entere de la dimensión planetaria de su isla, bienvenido sea. La cacareada generación digital deberá explicar por qué Twitter, calculado para las clases emergentes, adquiere una flexibilidad admirable en las garras de dinosaurios como Trump o Salvini. En cuanto a la querella abierta entre Italia y Mallorca, no tiene más relevancia que el duelo entre el presidente estadounidense y Kim Jong Un. Acabaron abrazados, aunque nuestros tiernos progresistas también han aprendido que si se revisten de solidaridad migratoria, les desnudarán con la codicia turística. Siempre que hablen desde Mallorca, porque el ultraministro no hubiera respondido a ninguna otra comunidad.
