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Matías Vallés

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Mallorca propaga la turismofobia por el Mediterráneo

Entonces la experta inmobiliaria inglesa comenta que "vivimos un tiempo curioso. En los últimos seis a ocho meses, he hablado con una serie de residentes que se marchan de aquí, diciendo que este lugar está perdiendo el glamour, la exclusividad y la comunidad que habían venido buscando". ¿Mallorca? No, Mónaco. (Financial Times, 30/6).

Mallorca es el modelo de la saturación del Mediterráneo. Junto al monumento más visitado de la ciudad aparece una pintada, "¿Por qué lo llaman la temporada de los turistas, si no podemos cazarlos?". ¿Mallorca? No, Barcelona (The Times, 26/5). Por no hablar del coste de la vida para los funcionarios de temporada, que lleva a uno de ellos a constatar que "numerosos colegas no querían venir más a la isla, por culpa del elevado coste de la vida". ¿Mallorca? No, Mykonos. (Le Monde, 30/6).

El abogado felanitxer Jaume Antoni Prohens hablaba en 1941 de "aquesta illa, encara que petita i poc nombrada". Demasiado nombrada, en la actualidad. Por ejemplo, una trabajadora nativa de la isla celebra que "he tenido suerte, porque el propietario de la casa no ha querido renovar mi apartamento para destinarlo al alquiler turístico". ¿Mallorca? No, Mykonos de nuevo. Preste más atención, o no acabaremos nunca.

Mallorca propaga la turismofobia por el Mediterráneo, con la impagable ayuda de nuestras vecinas Balears. "Los profesores recién destinados a la isla tienen que dormir en sus coches, pagar 80 euros diarios por una habitación de hotel o montar una tienda de campaña". ¿Ibiza? No, Santorini. Y regresamos a Palma, donde el médico se sorprende "de la incidencia de los cánceres en los alrededores del puerto, coincidiendo con la llegada de los grandes cruceros". ¿Mallorca? No, Marsella. (The Guardian, 06/07, "'No quiero que los barcos me maten': Marsella combate la polución de los cruceros"). Ya sabemos que aquí no hay riesgos según las mediciones científicas, debe ser el viento.

En fin, un alto cargo de Turismo confiesa que "esto en verano es la guerra". ¿Mallorca? No, Venecia. (The Independent). El influjo mallorquín se transmite a las actividades más inesperadas. En la foto que hoy nos ilustra, se puede comprobar que el balconing se ha exportado de Magaluf a Venecia, donde los artistas turísticos del balconino o tuffatori se arrojan a las aguas del Gran Canal desde el puente de Calatrava, que así consigue alguna utilidad. Puede observarse la feliz aclimatación italiana del estilo en plancha perfeccionado en Magaluf.

Según la detallada información de que dispongo, un concejal de izquierdas de Alcúdia tiene colocados a ocho familiares en dependencias municipales, sin duda un nuevo récord incluso para Mallorca. No hay que desfallecer, en el último año de legislatura puede llegarse al noveno o décimo. En ningún caso hablamos de nepotismo, líbrenos Dios, pero ocho allegados en la misma esfera consistorial debe sorprender hasta en Sicilia. Cubren todos los ámbitos de la actividad municipal, desde la cultura al turismo pasando por las basuras y la alcaldía.

Hablando de ayuntamientos sobrepasados, el semialcalde José Hi- presume de subvencionar el alquiler para jóvenes. En concreto, para un centenar de personas entre 18 y 35 años, cuando los necesitados se miden en decenas de miles. Por no hablar de que el solo anuncio de esta propina lotera impulsa la elevación del precio de los alquileres en la misma proporción. Se trata de limitar los precios, no de pagar con fondos públicos a los beneficiarios del negocio. (No se disperse, cíñase a los datos).

En la misma línea de propaganda estéril, Cort programa una inspección "ejemplarizante" de locales pertenecientes a la mafia de las agresiones sonoras. El anuncio a bombo y platillo no solo hace más ruido que la futura iniciativa, sino que la esteriliza al poner sobre aviso a los violentos. Además, los siempre postergados vecinos de Cala Major agradecerían que por primera vez en años de denuncias jamás atendidas, se dieran un garbeo por el Hotel Nixe.

La vicepresidenta Bel Busquets ha presentado una aplicación que permite saber si una vivienda está legalizada para el alquiler turístico. Es decir, que el Govern traspasa el problema al mundo virtual, mientras la Mallorca real sigue inundada de turistas en busca de su piso ilegal. Aquí solo se persigue a los nativos que se atrevan a cumplir la ley.

Y para no pecar de parcialidad, aguardamos con ansia a que la conselleria de Turismo diseñe una app de verificación de habitaciones ilegales en los hoteles mallorquines. El huésped sería avisado de que "Está usted durmiendo en una habitación no reglada". Tampoco serviría para nada, pero es importante que la izquierda se sienta útil. "Una plaga siempre muere de éxito", como bien señalaba el maestro Jorge Wagensberg en A más cómo, menos por qué.

Cumpliendo nuestras instrucciones, usted había reservado La desaparición de Stephanie Mailer de Joël Dicker para las vacaciones. Pero al comprarla, no ha podido despegarse de ella, la ha consumido y se ha quedado sin sustento. También para eso tenemos solución. Se titula La novia gitana, firmada con el seudónimo de Carmen Mola, y es quizás la mejor novela negra escrita en castellano. Casi un Jo Nesbo. Vean La revolución silenciosa, una de las películas del año, para desmentir a los ignorantes que insisten en que la escuela puede mantenerse al margen de la política. Y luego subvencionan al Opus.

Reflexión dominical coronada: "El Tribunal Supremo ascenderá al Rey Emérito a Rey Amérito".

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