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Inventario de perplejidades

Cuando los partidos vuelven

Si damos por cierto que "el PP ha vuelto", como dijo el joven Pablo Casado tras su elección como presidente, habrá que preguntarse de dónde ha vuelto, o a dónde se había ido el partido que fundó Manuel Fraga durante los años del mandato de Mariano Rajoy. El señor Casado tendría que saberlo mejor que nadie porque formó parte de la Ejecutiva del político gallego, y fue nombrado por él vicesecretario de Comunicación dentro de la operación de rejuvenecimiento del aparato directivo que se inició hace unos años. Pero, por lo que se oye y por lo que se lee, tal suposición no tiene fundamento, y el señor Casado estaba allí como agente infiltrado de don José María Aznar a la espera del momento propicio para hacerse de nuevo con el mando. Y ese momento llegó por una serie de casualidades afortunadas.

So pretexto de la enésima sentencia sobre un caso de corrupción en el que estaban implicados personajes relacionados con el PP, el socialista Pedro Sánchez impulsó una moción de censura contra el presidente Rajoy con el apoyo de Podemos y formaciones nacionalistas vascas y catalanas. En el curso de la tramitación parlamentaria se dio la oportunidad a Rajoy de dimitir y, en consecuencia, de convocar elecciones generales con otra cabeza de cartel en el PP. El hasta ese momento jefe del Ejecutivo se negó a pasar a la Historia como único chivo expiatorio y la moción de censura, con cuyo éxito casi nadie contaba, salió adelante tras el cambio de postura del PNV. Luego, Rajoy dimitió de todos sus cargos y se fue a ocupar su plaza de registrador de la propiedad en Santa Pola, tras convocar elecciones en el partido para nombrar a su sucesor. Durante unos días, se barajó la posibilidad de que el señor Nuñez Feijóo pudiera optar a ese puesto con apoyo mayoritario, pero a última hora anunció su renuncia de forma tan sorprendente como emocionada, dando pie a todo tipo de especulaciones. El último (o penúltimo) capítulo de esta novela de intriga acabamos de presenciarlo con el triunfo de Casado sobre Soraya Sáenz de Santamaría, de la que se suponía era la candidata 'in pectore' de Rajoy.

La elección de Casado se interpreta como un giro a la derecha del PP en su intento de rescatar a los votantes que se han ido a Ciudadanos con un líder que compita en fotogenia y locuacidad con Rivera. El resto del programa que anuncia (restricciones al aborto, negación de la eutanasia, defensa de la escuela concertada, derogación de la ley de memoria histórica, supresión de impuestos, subordinación a los intereses estratégicos de Estados Unidos etc.) son viejos clichés reaccionarios que no suenan a nuevos ni en boca de una persona de 37 años. Aunque en algunos medios lo califican como retorno a los valores de siempre poniéndolos en contraste con la política que siguió Rajoy, que era, a su juicio, "socialdemócrata". Por cierto, el eslogan de Pablo Casado, "el PP ha vuelto" está tomado literalmente del que utilizó Pérez Rubalcaba en 2013, durante la Conferencia Política de su partido. "El PSOE ha vuelto, compañeros" decía entonces.

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