Hay semanas en que uno se levanta positivo e imagina que las noticias del periódico, generalmente negativas, son una oportunidad para cambiar aquellas cosas que no funcionan.
Por ejemplo, unos 6.000 funcionarios de las islas comenzarán a cobrar la denominada carrera profesional gracias a que la nueva delegada del Gobierno, Rosario Sánchez, ha retirado el recurso impulsado por su antecesora, María Salom contra este aumento salarial.
La satisfacción es doble. Primero por los empleados públicos beneficiados, que cobrarán un plus de entre 40 y mil euros. El segundo motivo para el optimismo es que esos funcionarios que verán incrementados sus ingresos se esforzarán mucho más para que la Administración funcione. A partir de ahora, los pocos que se permitían entrar unos minutos tarde llegarán puntualmente, la pausa del bocata durará quince minutos y las tertulias sobre el partido del domingo se trasladarán fuera del horario laboral. Los ciudadanos se percatarán de que los expedientes de obra vuelan y de que la simpatía de quienes están detrás de una ventanilla superará la del malogrado Torrebruno.
¿Verdad que vale la pena pagar más a cambio de esta tangible mejora del servicio público? Lo siguiente será exigir un suplemento similar en la banca para ahorrarnos las colas de una hora ante la única caja abierta al público.
Otra noticia aparentemente negativa que, sin duda, provocará un revuelo social y un cambio profundo es el de las pintadas en monumentos públicos y paisajes emblemáticos de Mallorca. Las murallas de Palma y sa Punta Negra en Santanyí han sido las víctimas más recientes de unos vándalos que afean paisajes emblemáticos de la isla. Los grafiteros incultos estropean bienes que a todos pertenecen. Sus acciones cuestan mucho dinero público. Los trenes de Serveis Ferroviaris de Mallorca son también objetivo cotidiano de estos impresentables.
Hasta ahora apenas se conocen casos de arrestos, denuncias ante los juzgados y sanciones ejemplares. Las pocas que se han sustanciado no pasan de multas de unos pocos miles de euros. Sin embargo, gracias a las informaciones de Diario de Mallorca, a partir de ahora la policía y el poder judicial se pondrán manos a la obra para acabar con esta lacra. La defensa renacentista de Palma que construyó El Fratín, la catedral y los paisajes idílicos de la isla estarán a salvo de estos zoquetes destructivos. Al fin y al cabo, no debe ser tan difícil localizar la mano que comete el delito.
La lectura de la convocatoria de una huelga en Ryanair podría evocar la tensión y los enfados de los pasajeros dejados en tierra por culpa del conflicto. Sin embargo, uno confía en que estemos ante un caso de justicia divina. Por la explotación de los trabajadores. Por el maltrato a los clientes. Por el juego sucio hacia otras aerolíneas. En el fondo, todas sus víctimas creen que Michael O'Leary, el factótum de la compañía, se merece esta bofetada. Y alguna más.
El alquiler de los pisos sigue su escalada en Mallorca. Versión optimista: esto significa que ya estamos más cerca del desplome. Uno de cada tres asalariados de Balears no llega a mileurista. La otra cara de la moneda: tanta explotación provocará un nuevo vuelco del péndulo que forzará un reparto más equitativo de las rentas. Maria Antònia Munar disfrutará de tres días de libertad tras pasar cinco años en prisión. La cara: ya ha reconocido que era una delincuente. Tomeu Caldentey cierra su restaurante con estrella Michelin. Beneficio culinario: será posible disfrutar de los excelentes menús del cocinero a mejor precio.
Acabemos con la idea de que un optimista es un pesimista mal informado. Quien no se conforma es porque no quiere. Mire siempre el lado bueno de la vida, como cantaban en La vida de Brian. Aunque hay que admitir que a veces suena estúpido.
