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Javier Cuervo

Artículos de broma

Javier Cuervo

La candidata segura de sí

Se autocumplió la profecía y Mariano Rajoy se reencarnó en niña. Rajoy parió una niña ante José Luis Rodríguez Zapatero hace 10 años e imaginaba para ella casa, familia y padres con trabajo, como base, aunque luego permaneció impávido ante los desahucios y después empeoró las condiciones laborales de los padres. No se supo más de la niña hasta que la figura retórica trasmutó en la figura política de Soraya Sáenz de Santamaría, a la que llevó a la vicepresidencia.

Es vallisoletana sin clan cavernario en Valladolid y era poca cosa hasta que la prensa de Madrid acordó que plantaba cara parlamentaria a María Teresa Fernández de la Vega, que era con Zapatero lo que Soraya llegó a ser con Rajoy.

Soraya fracasó con estruendo en Cataluña -no supo hablar catalán en la intimidad, como hacía Aznar con el comisionista Pujol- y Rajoy no pudo hacer con Puigdemont un paseo por el jardín de palacio con dos monólogos florales como el de Sánchez y Torra. En sus años de acumulación de poder fue verduga de ministros salientes a juzgar por las relaciones resentimentales que mantienen con ella Margallo y Soria.

Entró en las primarias contra Dolores de Cospedal y salió como la lista más votada y como la votada más lista, según se infiere de la seguridad a cámara lenta con la que se relame el morro, silabea el discurso y hace el ejercicio cervical de 180 grados al hablar. Su desdén por la vida partidaria frente a su vicio por el gobierno la tenían poco caracterizada en la ideología del PP pero ahora es la niña de Rajoy no porque el registrador de Santa Pola tenga su dominio sino porque la aznaridad castellana y madrileña ha soltado a su jauría mediática contra ella. Sienten que Rajoy se encargó de "desaznar" lo andado y lo detestan.

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