En un reciente escrito, Raúl del Pozo, buen articulista, recordaba una cita de Plutarco, "los oradores podrían renunciar a la sinceridad en beneficio de la belleza en la expresión". Plutarco de Queronea (Beocia, año 46) ensayista, filósofo, moralista y biógrafo, (recordemos Vidas paralelas), fue uno de los últimos representantes del helenismo durante la segunda sofística. Del Pozo decía en su artículo que nuestros diputados y senadores renuncian, a lo que recomendaba Plutarco, a la sinceridad, pero en beneficio de la vulgaridad. Creo sinceramente que esto es así, bastaría analizar críticamente cómo se expresan muchas de personas que se dedican a la política, ¡cuánta torpeza expresiva! Se debería aplicar el pensamiento de Plutarco a cualquier forma de comunicación, artículos, ensayos, incluso discursos. Es más, en mi opinión, sería legítimo circunvalar el rigor de la verdad en interés de una ajustada disposición de las ideas, de su correcta exposición, y de una pulcra redacción. Una lengua bien estilada es siempre bella. Hay que transmitir ideas, pensamientos y hacerlo de forma inteligible y adecuada.
En el Reino Unido desde el año 1.973 hay una Organización, Plain English Campain, -"por un inglés claro"-, que se preocupa para que el idioma se conserve y se use de forma comprensible, "to communicate in plain language", -"comunicar de forma clara y, fácil de entender"- y, para poner en evidencia lo mal que se expresa la gente, muy especialmente los personajes públicos, crearon los premios "Foot in Mouth Awards", "Premios, Pie en la Boca" en los que se concede un galardón a aquella persona que peor se ha expresado durante el año. Este premio equivaldría al Cervantes, el Franz Kafka o el Goncurt, (sic) pero en sentido contrario y desde luego divertido. Han recibido este premio personalidades, principalmente, del mundo de la política. Así en el año 2003 recibió el galardón Donald Rumsfeld, que fue Secretario de Estado de Defensa, Rumsfeld, en una intervención pública dijo: "Las informaciones que dicen que algo no ha pasado son siempre interesantes para mí, porque como sabemos hay hechos conocidos que conocemos, hay cosas que no sabemos€.. pero también hay hechos desconocidos que desconocemos, aquellos que sabemos que no sabemos". No logro saber qué quiso decir, pero ganó el premio a la frase más confusa del año.
Richard Gere se debió de quedar muy a gusto cuando dijo en cierta ocasión: "Si yo fuese una jirafa y alguien dijese que soy una serpiente yo pensaría que realmente soy una jirafa", vale George W. Bush fue un presidente que destacó por sus obviedades: "Cada vez más nuestras importaciones proceden del exterior", o "hay que tener una política exterior orientada hacia el extranjero", o "si te despiden te quedas sin empleo al ciento por ciento" y en una recepción en la Casa Blanca al final de un concienzudo discurso soltó: "Tengo el honor de estrechar la mano de un ciudadano valiente iraquí, quien tiene su mano cortada por Sadam Husein". Rafael Correa, expresidente de Ecuador, desencajó la siguiente machada: "Yo prefiero estar muerto antes que perder la vida", una afirmación muy ventajosa.
En España no nos quedamos cortos en eso de las perogrulladas. El ínclito Zapatero, estando en Moscú, soltó lo siguiente: "Hemos hecho un acuerdo para estimular, para favorecer, para follar€.para apoyar el turismo". Rajoy también se distinguió por sus "inteligentes" frases incomprensibles, "España es una gran nación y los españoles muy españoles y mucho españoles", algunos diría yo. "Es el alcalde el que quieren que sean los vecinos el alcalde", y en el Congreso se despachó con un "cuanto peor mejor para todos y cuanto peor para todos mejor y mejor para mí, el suyo beneficio político", ahí Pablo Iglesias se quedó sin réplica posible. Carmen Calvo, actual vicepresidenta del Gobierno, explicó que "el dinero público no es de nadie" y Eduardo Zaplana, hace años, reveló, "estoy en política para forrarme", y por lo que ahora se dice de él, debió de ser sincero.
Los que se dedican a la política deberían de saber que están expuestos a la crítica constante de la opinión pública y los medios de comunicación tendrían que someterlos a un análisis implacable. No hay que desesperar parece que el ácido fólico ayuda a desarrollar el procesamiento natural del lenguaje€.
